Medio ambiente: sólo el 3% de los ecosistemas terrestres del mundo permanecen intactos

¿Cuál es el estado de los ecosistemas del mundo? ¿Qué queda de la “naturaleza salvaje” del planeta? ¿Y los bosques? ¿Realmente estamos cuidando de ellos? Veamos los resultados de un estudio reciente para averiguarlo.

Según un estudio sobre el estado de los bosques y de toda la superficie verde del planeta, analizada en el 2021 y publicado en Frontiers in Forests and Global Change, sólo el 3% del área terrestre está intacta, con poblaciones animales sanas y sin perturbaciones por la actividad humana.

A excepción de la Antártida, que no se ha tenido en cuenta, estos ecosistemas preservados se encuentran en el corazón de las selvas tropicales del Amazonas y el Congo, en el desierto del Sahara y en los bosques y la tundra del este de Siberia y el norte de Canadá. 

Estas zonas están gestionadas principalmente por comunidades indígenas preocupadas por la conservación de los bosques.

El impacto de las actividades humanas y las especies invasoras en el medio ambiente. Gran parte de lo que se considera un hábitat intacto está desprovisto de muchas especies, que desaparecen tras ser cazadas por el hombre, o tras la aparición de nuevas especies invasoras o enfermedades, según el estudio. 

Estudios anteriores, basados sobre todo en imágenes de satélite, indicaban que entre el 20% y el 40% de la superficie terrestre no estaba afectada por la actividad humana. 

Pero fue al ir sobre el terreno, en los bosques, sabanas o tundras, cuando los científicos se dieron cuenta de que estaban desapareciendo especies vitales.

Por ejemplo, los monos bonobos y algunas especies de elefantes desempeñan un papel importante en la propagación de las semillas de las plantas de sus selvas tropicales. 

Cuando comen fruta, también ingieren semillas que pasan por su sistema digestivo y se liberan a través de sus heces. 

Es lo que se denomina endozoocoria. Sin embargo, estas dos especies de los bosques tropicales están en peligro de extinción, lo que amenaza indirectamente el mantenimiento de la biodiversidad en estas zonas.

Las especies pueden verse amenazadas tanto por la acción de las actividades humanas que modifican el suelo y el hábitat y sobreexplotan los recursos, como por las especies invasoras. 

En Australia, especies como los gatos, los zorros y los conejos han tenido tal impacto sobre las especies autóctonas que, según el estudio, ya no quedan zonas intactas.

Reintroducir especies como posible solución

Los científicos sugieren reintroducir especies importantes en las zonas afectadas, lo que podría aumentar el porcentaje de ecosistemas terrestres intactos del mundo del 3 al 20%.

Además, si se dan todas las condiciones necesarias para reintroducir especies y recuperar la integridad de la fauna, aumentará la integridad ecológica en una gran parte de la superficie donde el impacto humano es bajo. 

Por ello, los científicos recomiendan concentrar los esfuerzos de restauración en estas zonas para aumentar la superficie del planeta con total integridad ecológica.

Un ejemplo es la reintroducción de lobos en el Parque de Yellowstone (Estados Unidos), cuya población había sido erradicada en los años veinte. 

Esta medida ilustra el fenómeno ecológico de la “cascada trófica”, es decir, la relación depredador/presa y todas las influencias resultantes a varios niveles (biomasa, abundancia de especies animales y vegetales, etc.).

La población de ciervos (alces) canadienses del parque era tan numerosa que la vegetación empezaba a escasear a pesar de la caza regular para limitar su población. 

La reintroducción de lobos hizo que los ciervos se desplazaran a nuevas zonas más seguras de los lobos, lo que permitió que la vegetación se regenerara en esas zonas. 

El renacimiento de la vegetación ha propiciado el regreso de muchas especies, entre ellas aves, castores, nutrias y patos, que se benefician de los embalses de los castores.

El impacto de las actividades humanas y las especies invasoras está alterando las cadenas tróficas, esenciales para el funcionamiento de los ecosistemas. La reintroducción de especies, cuando se realiza correctamente, puede conducir a un aumento de las zonas ecológicamente intactas.

En enero, más de 50 países se comprometieron a preservar el 30% del planeta para 2030 en la Cumbre One Planet de enero de 2021, mientras que en la actualidad sólo el 15% de las zonas terrestres y el 7% de los océanos están bajo protección.

Según este estudio preservar la mayor cantidad posible de espacios naturales intactos es esencial. Muestra cómo era el mundo antes de que los humanos tuvieran un impacto significativo en los ecosistemas, lo que nos ayuda a medir cuánto hemos perdido.

Tomar dimensión de lo perdido…¿servirá para detener el paso agigantado del hombre devorándose todo?

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