Las ciudades que imitan a los bosques para evitar desastres climáticos

Especialistas en urbanismo ecológico incentivan a las autoridades de todo el mundo a instalar modelos de ciudades inspirados en los bosques. Algunos de los casos más novedosos que obtuvieron más y mejores resultados. 

Se trata de una tendencia global: tomar inspiración en los bosques para crear herramientas urbanas que eviten desastres climáticos. Con el propósito de contrarrestar los daños que la crisis ambiental puede causar en las poblaciones, surgieron nuevas formas, cada vez más sostenibles. 

Una de las formas de llamar a esta corriente es urbanismo ecológico. El plan consiste en imitar los sistemas naturales que se presentan en bosques y otros ecosistemas para resolver los problemas meteorológicos de las ciudades. Si bien no se puede evitar las inclemencias del clima, si es viable mitigar las consecuencias. 

Así, surgieron otras formas de diseño natural que ya se aplican en ciudades del mundo que se convirtieron en referentes. Vale mencionar que en varios casos los resultados obtenidos son más que elocuentes y dan lugar a un efecto contagio para más urbanizaciones sustentables. 

Pero ¿Cómo y dónde surgió este concepto? La idea de tomar a los bosques como modelos para construir o restructurar apareció a finales del Siglo XX con los primeros efectos colaterales del cambio climático a la vista. A grandes rasgos, estos son los principales puntos a tener en cuenta:

  • Infraestructuras verdes: Todas las nuevas construcciones ya deben tener incorporados sistemas sustentables, desde la energía hasta la gestión de residuos.
  • Trasporte sostenible: Se promueve un diseño de corredores viales accesibles para el transporte libre de combustibles fósiles con accesos fáciles y ágiles.
  • Urbanizaciones ecológicas: Políticas públicas de preservación del ambiente con procesos eficientes que evitan consumos innecesarios y contaminación.
  • Preservación de la naturaleza: Conservación de todos los espacios forestados como parques, jardines y demás con la correspondiente concientización hacia las comunidades para su cuidado
  • Densificación: Significa aprovechar los espacios al máximo para edificar lo menos posible. 

Hoy el urbanismo ecológico ya es una realidad en todo el mundo ¿Cuáles son los modelos que toman información de los bosques para replicarla en las ciudades? ¿Qué manera encontró el diseño urbano para reducir al mínimo los niveles de emisiones fósiles en las ciudades? ¿Qué casos son ejemplos destacados en sostenibilidad?

Dos modelos de ciudades para combatir el calentamiento global

Con los pilares del urbanismo ecológico como referencia, surgieron algunos conceptos más específicos. Las llamadas “ciudades esponja” que buscan inspiración en los bosques y las “ciudades de 15 minutos” que llevan la eficiencia a otro nivel. 

En el caso de las “ciudades esponja” toman sus criterios desde la naturaleza y así proyectan la manera de urbanizar. Se trata de generar formas de drenaje con recursos naturales. 

En otras palabras, la idea es colocar la mayor cantidad de plantaciones en posiciones estratégicas para que absorban los excedentes de agua en ocasión de temporales. Para esto, se hace un estudio de los suelos y se delimita qué tipo de vegetación es la más adecuada para cada lugar. 

En el caso de las “ciudades de 15 minutos”, son propuestas para bajar los niveles de contaminación por las emisiones de carbono a causa de los combustibles fósiles. Para eso, se organiza el trazado urbano de forma tal que no sea necesaria la utilización de transporte con motor. 

La premisa para estas urbanizaciones es que estén diseñadas de tal modo que todos sus habitantes puedan satisfacer sus necesidades a tan solo 15 minutos de distancia. Este tiempo debe ser medido en traslado a pie, bicicleta o algún otro medio sostenible. 

Dos modelos de ciudades para combatir el calentamiento global

A propósito del trabajo que realiza el urbanismo ecológico en las ciudades tomando inspiración en los bosques, ya hay casos que muestran resultados. Incluso en algunas ciudades ya hay tradición en cuanto a la aplicación de este tipo de técnicas. 

Tal el caso de Qunli, en China, donde se reconvirtió a un humedal en un parque pluvial. De este modo, se preservaron los procesos biológicos con el detalle de la redirección del agua, la cual se recolecta, filtra y almacena en un acuífero. Así, se dio una función social de esparcimiento a un recurso ecológico sin ninguna alteración del mismo. 

Otros ejemplos son los corredores verdes de Bogotá, Medellín y Barranquilla en Colombia. Allí se aplicó una forestación de las calles y se logró reducir las altas temperaturas causadas por el calentamiento global. 

También se puede mencionar al Parque Urbano Orla, en Porto Alegre. En este espacio se diseñó en la ribera del Lago Guaíba un hábitat natural plantado de especies autóctonas. Para ello se eligieron variantes ideales para cada sector que eviten inundaciones o que retengan la humedad según el caso. 

Todos y cada uno de los modelos que buscan emular los ecosistemas de los bosques son válidos en la premisa de obtener ciudades más amigables con el ambiente. Ideas y tácticas que comulgan con filosofías ambientales necesarias para el futuro. 

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