¿Cómo es crear y promover una cultura organizativa sostenible? Algunos casos y buenas prácticas
He aquí algunos ejemplos de cómo crear una cultura de sostenibilidad. Su aplicación variará mucho en función de la etapa, el sector y la agilidad de cada organización.
En las empresas con una cultura sostenible, la alta dirección debe predicar con el ejemplo
Como modelos de la empresa, los altos directivos desempeñan un papel fundamental a la hora de mostrar a todo el mundo la importancia que la sostenibilidad tiene para la empresa.
Por ejemplo, al favorecer explícitamente en las reuniones las opciones de rentabilidad a largo plazo frente a las de corto plazo, se recuerda a todo el mundo que los atajos para obtener beneficios a costa del planeta y de la sociedad no son la forma de “hacer las cosas”.
Por supuesto, no se trata sólo de lo que dicen los altos directivos, sino también de lo que realmente hacen.
Si utilizan el transporte público con regularidad o siguen una dieta basada en vegetales, están dando ejemplo y enviando una señal clara a todo el mundo.
¿Cómo crear una cultura sostenible? Crear rituales en los que se vivan los valores
La cultura surge cuando una serie de nociones comprendidas se validan mediante la repetición a lo largo del tiempo y luego se transmiten a un grupo más amplio de empleados o a los que son nuevos en la organización.
Por tanto, hay que asegurarse de que los valores de la empresa se viven, y ahí es donde entran en juego los rituales.
Resumiendo: asegúrese de que la visión de sostenibilidad de la empresa se recuerda y se celebra periódicamente de diferentes maneras y a diferentes escalas.
Por supuesto, no se pueden organizar grandes sesiones de trabajo en equipo en la montaña todas las semanas.
Pero hay pequeños rituales, como saludos divertidos e inspiradores en las reuniones o bloquear la agenda de todos a la misma hora una vez a la semana para recordarles que deben tomarse un descanso y recordar el “por qué” de su trabajo (y el de la empresa).
Organizar actividades como semanas de la sostenibilidad, competiciones de equipos o campañas de comunicación también ayuda a los empleados a informarse sobre temas de sostenibilidad.
Además, si las actividades de sensibilización se organizan durante el tiempo personal de la gente y se incluye a las familias, comprenderán cómo los problemas medioambientales afectan a todos y estarán más intrínsecamente motivados para actuar.
Dejar que los empleados vayan a hacer surf cuando el pronóstico parece bueno (Chouinard es quien mejor lo cuenta en su estupendo libro), o alquilar una zona común con espacios individuales para que los empleados cultiven sus propios huertos y se reúnan de vez en cuando son dos ejemplos de cómo reforzar una cultura de sostenibilidad.
Crear símbolos de sostenibilidad que apoyen una cultura organizativa sostenible
Otro ejemplo de cultura sostenible es la que tiene símbolos de sostenibilidad.
Los símbolos se parecen mucho a los rituales, ya que también pretenden ayudar a las empresas a reforzar su cultura y sus valores de sostenibilidad, con la diferencia de que no requieren ninguna acción.
El lenguaje y los colores utilizados en las comunicaciones internas y externas, el tipo de alimentos o bebidas que se consumen habitualmente, una mascota animal, una oficina llena de plantas (también conocida como la jungla de la oficina), algún objeto relacionado con la misión de la empresa, algún tipo de juego que se practique durante las reuniones de todos los empleados…
Usa tu imaginación, teniendo en cuenta que tu objetivo es tener símbolos que recuerden a la gente la visión de la empresa, reforzando un sentimiento de pertenencia y cohesión y una cultura de sostenibilidad.
Reúna al mejor equipo para ayudar a crear una cultura de sostenibilidad
Todas las empresas tienen empleados que ya se preocupan por el medio ambiente. Estas personas suelen estar deseosas de contribuir a la creación de una cultura de sostenibilidad: ¡encuéntrelas y reconózcalas formalmente!
En serio, estos “representantes de sostenibilidad” pueden utilizarse como facilitadores de iniciativas de sostenibilidad y también pueden trabajar como guardianes que comunican ideas o preocupaciones de sostenibilidad a/desde un equipo estratégico empresarial o de sostenibilidad.
El trabajo “extra” de estos “campeones” de la sostenibilidad debería reconocerse durante las evaluaciones de rendimiento o de alguna otra forma, ya que son la cara de una cultura en la que la información y las ideas fluyen con facilidad.
Implicar a la empresa en foros de sostenibilidad
Hoy en día están pasando muchas cosas. Asegúrese de que su empresa no se queda atrás y participa en foros de sostenibilidad donde se comparten y debaten las mejores prácticas.
Estos foros de sostenibilidad suelen ser lugares donde se reúnen los sectores público, privado y terciario para acelerar vías innovadoras hacia la sostenibilidad. Sus empleados se sentirán orgullosos de saber que está llevando la cultura de la empresa al mundo exterior y que está contribuyendo a (o aprendiendo de) un cambio positivo (y significativo, esperemos).
Creación de una cultura de sostenibilidad Vs. Diseñar una estrategia de sostenibilidad
Hay que tener en cuenta que cultura y estrategia caminan de la mano y que una necesita de la otra para funcionar a pleno rendimiento.
Y recordar que la creación de políticas medioambientales, el establecimiento de indicadores clave de rendimiento (KPI) medioambientales que vayan desde la C-suite hasta los empleados de nivel básico y se integren en el sistema de gestión del rendimiento son fundamentales para el diseño de una cultura de sostenibilidad.
Como también lo son la elaboración periódica de informes y auditorías y tener la puerta abierta a la posibilidad de desarrollar nuevos productos y servicios e incluso cambiar los modelos de negocio.
Así que cuando diseñe la cultura sostenible de su empresa, no olvide respaldarla con una sólida estrategia de sostenibilidad. Y si ha empezado a diseñar una estrategia de sostenibilidad, no olvide que necesitará una cultura de sostenibilidad que la respalde.