Los microorganismos del suelo, sumideros de carbono olvidados
Los microorganismos son indispensables en el almacenamiento de carbono en el suelo, desempeñando un papel fundamental en el combate contra el calentamiento global. Sin embargo, su vital importancia tiende a pasar inadvertida.
Los microorganismos del suelo, jugadores cruciales en la captura de carbono
Los microorganismos desempeñan un papel esencial en el proceso de almacenamiento de carbono en el suelo. Pero estos aliados vitales en la lucha contra el calentamiento global están en gran medida desatendidos.
Para evitar un calentamiento global catastrófico, los informes del IPCC señalan que los sumideros naturales de carbono serán esenciales. Entre ellos están los bosques, por supuesto, pero también los océanos y los suelos.
Lo que es menos conocido es que la capacidad de los suelos para almacenar carbono depende de los millones de microorganismos que viven en ellos, y que son el factor clave de la eficacia de estos sumideros de carbono. Un estudio publicado en la revista Nature destaca el papel esencial de estos microorganismos en el almacenamiento de carbono.
El suelo, sumidero de carbono esencial para los ecosistemas del planeta
Cuando pensamos en sumideros de carbono, nos vienen espontáneamente a la cabeza los bosques. Pero hay otros ecosistemas naturales que quizá sean aún más importantes para almacenar carbono a largo plazo, como los suelos. Aún no sabemos exactamente cómo absorben el carbono ni cuánto almacenan, pero las estimaciones iniciales sugieren que los suelos contienen tres veces más carbono que las plantas o la vegetación a escala mundial.
El principal vector de captura de carbono en los suelos es la formación de lo que se conoce como materia orgánica del suelo. Esta materia orgánica, compuesta por plantas y organismos vivos en descomposición, madera y otras materias, fija el carbono en los suelos, a veces durante miles de años.
La formación de esta materia orgánica depende en gran medida de las condiciones del ecosistema, la temperatura, las condiciones climáticas y la gestión del suelo (sobre todo en los suelos agrícolas). Pero también depende de la actividad de los microbios y otros microorganismos que componen el suelo, como demuestra el estudio realizado por una treintena de investigadores internacionales.
La “microbiota” del suelo, un factor determinante en los sumideros de carbono del suelo
Estos microorganismos, a veces denominados “microbiota” del suelo o microbiota edáfica, intervienen en numerosas reacciones fisicoquímicas que permiten la formación de materia orgánica a partir de materia vegetal y otros elementos del ecosistema.
Uno de los principales grupos responsables de este fenómeno, los microorganismos, absorben una parte importante del carbono presente en los residuos vegetales, las raíces o las materias en descomposición, y lo utilizan para su propio crecimiento, evitando así la descomposición de este carbono, sobre todo en forma de metano. Este carbono puede transformarse, al final del ciclo de vida microbiano, en “necromasa” microbiana, que se fija de forma permanente en forma de materia orgánica.
Para averiguar hasta qué punto la actividad de los microorganismos influye en la formación de esta materia orgánica, los investigadores examinaron más de cien conjuntos de datos que medían la influencia de la microbiota del suelo en la formación de materia orgánica, a través de 46 experimentos locales en distintos continentes. Y sus resultados demuestran que esta actividad microbiana es un elemento verdaderamente esencial en los procesos de absorción de carbono del suelo.
Factor principal en la formación de materia orgánica global
Según el estudio, la actividad microbiana y su eficacia en la transformación del carbono es el principal factor que determina las reservas de materia orgánica a escala mundial.
La actividad de los microorganismos es cuatro veces más influyente en la formación de materia orgánica que otros factores biológicos, como el aporte de carbono de las plantas, las condiciones ambientales o las transferencias de carbono de origen no microbiano.
El estudio señala que la actividad de los microorganismos y su habilidad para transformar el carbono son factores clave que determinan las reservas de materia orgánica a nivel global.
La influencia de la actividad microbiana en la formación de materia orgánica es cuatro veces más potente que otros factores biológicos, incluyendo la contribución de carbono por parte de las plantas, las condiciones ambientales y las transferencias de carbono no microbianas.
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