Efectos de la deforestación: ¿Cómo afecta la deforestación al medio ambiente?

Deforestación de bosque por actividades humanas.

La deforestación tiene muchas consecuencias para los ecosistemas naturales y plantea graves problemas a la resistencia del planeta. 

Echemos un vistazo a los principales efectos de la deforestación para entender mejor por qué es mala para el planeta.

1 – Los efectos de la deforestación en la biodiversidad

El impacto más reconocido de la deforestación es su potencial perjudicial para la diversidad biológica.

De hecho, los bosques representan algunos de los centros más auténticos de biodiversidad. Desde mamíferos a aves, insectos, anfibios o plantas, el bosque alberga muchas especies raras y frágiles.

El 80% de los animales y plantas terrestres de la Tierra viven en los bosques.

Al destruir los bosques, las actividades humanas ponen en peligro ecosistemas enteros, crean desequilibrios naturales y amenazan la vida.

El mundo natural es complejo, está interconectado y formado por miles de interdependencias y, entre otras funciones, los árboles proporcionan sombra y temperaturas más frías a los animales y a los árboles o vegetación más pequeños que no pueden sobrevivir con el calor de la luz solar directa. Además, los árboles también alimentan a los animales con sus frutos al tiempo que les proporcionan la comida y el cobijo que necesitan para sobrevivir.

¿Aún no estás seguro de la importancia de la biodiversidad para el equilibrio del planeta y para la vida humana? Entonces deberías descubrir algunos ejemplos de cómo la Vida está interconectada:

2 – Los efectos de la deforestación en la población local y sus medios de subsistencia

Los bosques sanos sustentan los medios de vida de 1.600 millones de personas en todo el mundo, de las cuales 1.000 millones se encuentran entre las más pobres.

Esto significa que hay muchas personas que dependen de los bosques para sobrevivir y los utilizan para cazar y recolectar materias primas para sus procesos agrícolas a pequeña escala.

Pero en países en desarrollo como Borneo, Indonesia, Vietnam, Brasil o México, los sistemas de tenencia de la tierra son débiles.

Esto permite a las grandes empresas hacerse con estas tierras y utilizarlas para otros fines, perturbando la vida de la población local.

La población local tiene dos opciones. Pueden decidir abandonar “su” tierra y emigrar a otro lugar, evitando el conflicto y aceptando el reto de una nueva vida diferente. O pueden quedarse y trabajar para las empresas que la explotan en plantaciones remotas, a menudo cobrando salarios injustos y trabajando en condiciones inhumanas.

En algunos países como México, los propietarios de las plantaciones se ven obligados a compartir sus beneficios con los cárteles locales para mantener con vida a sus familias y evitar que se quemen sus cosechas.

3 – La deforestación para obtener alimentos puede provocar inseguridad alimentaria en el futuro

Hoy en día, el 52% de toda la tierra utilizada para la producción de alimentos está moderada o gravemente afectada por la erosión del suelo.

A largo plazo, la falta de un suelo sano y nutritivo puede provocar bajos rendimientos e inseguridad alimentaria.

4 – La erosión del suelo es una de las consecuencias de la deforestación

La deforestación debilita y degrada el suelo. Los suelos arbolados no sólo suelen ser más ricos en materia orgánica, sino también más resistentes a la erosión, el mal tiempo y los fenómenos meteorológicos extremos.

Esto ocurre principalmente porque las raíces ayudan a fijar los árboles en el suelo y la cubierta arbórea que bloquea el sol ayuda a que el suelo se seque lentamente.

Como consecuencia, la deforestación probablemente hará que el suelo se vuelva cada vez más frágil, dejando la zona más vulnerable a catástrofes naturales como corrimientos de tierra e inundaciones.

5 – La deforestación afecta y contribuye al cambio climático

La deforestación también contribuye en gran medida al cambio climático. ¿Por qué? 

Recordemos que los árboles absorben y almacenan CO2 durante toda su vida. Si hablamos de los bosques tropicales, albergan más de 210 gigatoneladas de carbono. 

Y lo preocupante es que la destrucción de estos árboles tiene dos grandes efectos secundarios negativos.

En primer lugar, derribar árboles significa que volverán a liberar a la atmósfera el CO2 que estaban reteniendo.

En segundo lugar, al haber menos árboles disponibles se reduce la capacidad global del planeta para capturar y almacenar CO2. 

Ambos efectos contribuyen negativamente al efecto invernadero y al cambio climático.

De hecho, mientras que la alimentación y la agricultura son responsables del 24% de las emisiones de gases de efecto invernadero, se calcula que la deforestación es responsable del 10-15% de todas las emisiones antropogénicas de CO2.

¿Dónde se produce la deforestación? Países más afectados por la deforestación

En todo el mundo, la deforestación se produce sobre todo en los trópicos, donde hay distintos tipos de bosques: desde selvas húmedas y cálidas hasta otras que pierden sus hojas en la estación seca y se convierten en bosques. 

Algunas partes del mundo han conseguido proteger sus bosques de la deforestación, mientras que otras han visto disminuir su superficie forestal.

Según el informe de la FAO, desde 1990 se han perdido 6 millones de hectáreas de bosque en favor de la agricultura en el ámbito tropical.

Estos cambios difieren significativamente, pero hay 3 ejemplos mundiales importantes de deforestación: la selva amazónica, Indonesia y Borneo, y África.

Las repercusiones de la deforestación en la selva amazónica.

Brasil y la selva amazónica son también importantes (por las razones equivocadas) zonas de deforestación en todo el mundo.

La selva amazónica es uno de los mayores puntos calientes forestales del mundo, con enormes reservas de biodiversidad.

Su capacidad para almacenar carbono y producir oxígeno la convierte en uno de los “pulmones” del planeta.

Desde la década de 1960, la selva amazónica ha estado amenazada, y se han perdido casi 760 000 km2 de superficie forestal (alrededor del 20% de su tamaño original).

Antes de 1980-1990, los grandes proyectos industriales como presas, carreteras o minas eran las principales causas de deforestación en la región amazónica, junto con la agricultura de subsistencia.

Sin embargo, desde hace unos treinta años, las causas de la deforestación de la selva amazónica están cambiando. ¿Por qué?

Según diversos informes sobre el tema (Greenpeace, FAO), la ganadería, incluida la producción de soja, es responsable de entre el 70 y el 80% de la deforestación en la región amazónica. 

El desarrollo de la ganadería intensiva, combinado con el aumento del consumo de carne en los países desarrollados, es por tanto la principal causa de la deforestación de la selva amazónica.

En resumen, los efectos de la deforestación son profundos y multidimensionales, afectando a la biodiversidad, a las comunidades locales, al suelo y al clima.

Es un problema serio que exige acciones inmediatas y enfocadas para ser combatido. Nuestro planeta y nuestras futuras generaciones dependen de ello.

Esperamos que este análisis conciencie sobre el impacto de la deforestación y anime a cada individuo a tomar medidas en su vida diaria para reducir su contribución a este problema. 

Juntos, tenemos el poder de cambiar el curso de nuestra relación con los bosques y garantizar un futuro más sostenible y próspero para todos.

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