Bosques, parques eólicos, manglares, bosques de algas, plantas de producción de energía solar. Las temáticas sustentables abundan en los noticieros actuales. Es la gran preocupación de una humanidad cada vez más consciente.
Sin embargo, existen algunas contradicciones ¿qué podemos aprender de este caso?
Una reciente sentencia en Francia, un país modelo en cuanto a sus acciones sustentables, nos hace pensar.
Una reciente sentencia del Conseil d’Etat afina el floreciente contencioso en torno a las excepciones a la prohibición de destruir especies protegidas y sus hábitats.
El Tribunal Supremo francés ha afirmado que este procedimiento de excepción se aplica desde el momento en que se identifica una especie protegida, y ha objetivado el criterio del interés público superior, confirmando su autonomía.
Una decisión que podría compararse a un combate entre el clima y la biodiversidad.
El 10 de marzo de 2022, se anuló una orden prefectoral que autorizaba la destrucción de especies protegidas en el marco de la construcción de un parque eólico.
La razón aducida era que el proyecto no respondía a una exigencia imperativa de interés público superior.
Ahora bien, es bien sabido que toda destrucción de una especie animal o vegetal protegida o de su hábitat está fundamentalmente prohibida.
Sin embargo, la necesaria evolución de los proyectos permite eludir esta prohibición obteniendo la exención prevista en la ley es comúnmente denominada “exención de especies protegidas”.
La necesidad de tal excepción se basa en un sistema profundamente binario.
La mera presencia de un ejemplar justifica la solicitud de una exención prefectoral.
Tanto si el proyecto destruye un ejemplar como mil, y tanto si la especie es de interés menor como si está en peligro crítico, si se infringen las prohibiciones establecidas, debe obtenerse el inapreciable sésamo de exención. Luego de idas y vueltas, lo cierto es que por severa que pueda parecer, esta sentencia es bienvenida en el contexto de la evolución de los litigios relativos a las exenciones de especies protegidas, ya que aclara el razonamiento de los jueces. Los demandantes saben ahora hasta dónde debe medirse su proyecto.
Similitudes en América Latina
Esta situación no es exclusiva de Francia; en América Latina, la riqueza natural y la diversidad biológica plantean desafíos similares en el camino hacia la sostenibilidad.
Casos notables en la región ilustran cómo la protección del medio ambiente y el avance hacia una economía verde pueden encontrarse en una encrucijada.
En México, por ejemplo, la expansión de parques eólicos en el Istmo de Tehuantepec ha generado controversia debido a su impacto en comunidades indígenas y en la biodiversidad local.
Aunque estos proyectos prometen reducir la dependencia de los combustibles fósiles, también han sido criticados por no considerar adecuadamente los derechos de las comunidades locales ni el potencial daño a especies protegidas y sus hábitats.
En algunos casos, la oposición de las comunidades ha llevado a la reevaluación de proyectos y al desarrollo de estrategias más inclusivas y respetuosas con el medio ambiente.
En Brasil, la construcción de la hidroeléctrica de Belo Monte en la Amazonia presenta otro ejemplo. Este proyecto, uno de los más grandes del mundo, ha sido objeto de intensos debates por su impacto en los ecosistemas locales y en las poblaciones indígenas.
Aunque se promociona como una fuente de energía renovable, las preocupaciones sobre la deforestación, la pérdida de biodiversidad y el desplazamiento de comunidades sugieren que el camino hacia la sostenibilidad es complejo y requiere una cuidadosa consideración de múltiples factores.
En Colombia, la expansión de la infraestructura para la generación de energía solar y eólica enfrenta el reto de integrarse armoniosamente con los ecosistemas locales.
El país, conocido por su biodiversidad, trabaja en la implementación de políticas que aseguren la protección de sus ricos hábitats mientras avanza hacia sus objetivos de energía limpia.
La clave está en encontrar un balance que permita el desarrollo sostenible sin comprometer la conservación de su patrimonio natural.
Estos casos en América Latina nos muestran que la transición hacia fuentes de energía renovables no está exenta de desafíos. La necesidad de proteger especies y hábitats vulnerables puede entrar en conflicto con el desarrollo de infraestructura verde. La solución a estas contradicciones yace en la implementación de prácticas de desarrollo sostenible que incorporen la participación comunitaria, la evaluación rigurosa de impacto ambiental y la búsqueda de alternativas que minimicen el daño a la biodiversidad.
El aprendizaje fundamental de estos escenarios es que la sustentabilidad es un objetivo multidimensional que requiere un enfoque integrador.
Proteger la biodiversidad y promover la energía renovable son ambos imperativos en la lucha contra el cambio climático, pero su implementación debe ser cuidadosamente planificada para evitar comprometer uno en beneficio del otro.
La cooperación entre gobiernos, comunidades locales, empresas y organizaciones no gubernamentales es esencial para desarrollar soluciones que respeten tanto el medio ambiente como los derechos y tradiciones de las comunidades locales.
Es decir, mientras nos esforzamos por avanzar hacia un futuro más verde y sostenible,estos casos resaltan la importancia de abordar las contradicciones inherentes a la sustentabilidad.
Solo a través del diálogo, la innovación y la colaboración podremos resolver estos dilemas y garantizar que nuestro camino hacia la sostenibilidad sea inclusivo, justo y respetuoso con todas las formas de vida.