La Reserva Costera Valdiviana: Una autopista hacia la Edad de Hielo
La Reserva Costera Valdiviana de Chile: Un santuario de biodiversidad milenario. Conoce este espectacular espacio natural, hogar de especies únicas y árboles de la era glacial, que ofrece una perspectiva privilegiada de la fascinante diversidad que la Tierra supo preservar, y únete al desafío de su protección frente a las amenazas modernas ¡Por un planeta más verde!
Es el hogar de algunas de las especies más antiguas y peculiares del planeta: la Reserva Costera Valdiviana, constituye un rincón casi mágico en el hemisferio sur, y sirve como un fascinante testimonio de la riqueza natural que nuestro planeta alberga.
Ubicada en la acogedora Región de Los Ríos, en la pintoresca y poética nación de Chile, esta espléndida reserva se despliega a lo largo de una franja de tierra costera que abarca unas impresionantes 50.000 hectáreas.
Su nombre, que resuena con una melódica cadencia local, traza un puente nostálgico entre el pasado y el presente.
Reserva de reservas
La Reserva Costera Valdiviana emerge como uno de los postreros vestigios de los antiguos bosques templados, teniendo la singular distinción de haber resistido la última Edad de Hielo.
Hoy, afronta desafíos modernos, con la urbanización y los proyectos de infraestructura como amenazas latentes.
Sin embargo, gracias a las diligentes acciones de organizaciones protectoras se mantienen firmes los esfuerzos para preservar la inigualable riqueza ecológica de este enclave.
Ahora convertida en un pilar de la conservación, la reserva alberga una multitud de proyectos educativos y científicos que buscan expandir nuestro entendimiento de la naturaleza y fomentar su respeto.
Abierta al público para su valoración y apreciación siempre respetada y con pautas claras de convivencia para las personas que ingresan, la Reserva Costera Valdiviana despliega un tapiz de senderos que serpentean a través de bosques, dunas, humedales y playas, cada uno un universo en sí mismo de la maravillosa biodiversidad.
Si eres un aficionado a la exploración de reservas naturales, también podrías quedar encantado con el Parque Natural de Quizapú, que presenta aventuras equinas guiadas a lo largo de su paisaje cautivador.
Lo que impulsa el inmenso valor de la Reserva Costera Valdiviana es su inigualable colección de especies de flora y fauna, entre las que se encuentran:
- El venerable alerce (Fitzroya cupressoides), una de las especies arbóreas más antiguas del mundo, que comparte su antigüedad con el olivillo.
- El pudú (Pudu puda), el encantador ciervo de tamaño miniatura de Sudamérica.
- La zarigüeya colocolo (Dromiciops gliroides), el marsupial más antiguo de Sudamérica.
- La güiña (Leopardus guigna), el gato salvaje más pequeño de América.
- El carpintero magallánico (Campephilus magellanicus), un ave asociada a la Selva Siempreverde de la Reserva Costera Valdiviana, junto a un gran número de especies nativas.
- El caracol terrestre (Macrocyclis peruvianus), un molusco endémico que habita exclusivamente en las zonas húmedas y umbrías del bosque nativo.
- El lobo marino sudamericano (Otaria flavescens), otro habitante protegido de la reserva.
- El majestuoso puma (Puma concolor), un felino territorial de hábitos principalmente crepusculares y nocturnos.
- El chucao (Scelorchilus rubecula), un ave que requiere fragmentos de bosque conectados de más de 100 hectáreas para la supervivencia de una población mínima.
Un dato adicional y curioso que suma una capa de asombro a la Reserva es el descubrimiento de la presencia del zorro de Darwin, a través de monitoreo con cámaras trampa en 2012-2013.
Anteriormente, se creía que este esquivo animal solo existía en dos áreas desconectadas: Chiloé y Nahuelbuta.
Este hallazgo no solo amplía nuestra comprensión de la fauna chilena, sino que también subraya la importancia crítica de la Reserva Costera Valdiviana como santuario de la biodiversidad.
Hogar de algunos de los árboles más antiguos y de las especies más singulares de la Tierra, esta franja de tierra es una de las zonas de conservación más fascinantes del hemisferio sur.
La maravilla de estos bosques templados, unos de los pocos que quedan tras sobrevivir a la última Hielo, merece que los protejamos de la amenaza de la urbanización y a la autopista planificada ¡Por un planeta más verde!
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