La devastadora temporada de incendios forestales que asola el centro de Chile está dejando una huella dolorosa y duradera en el país. Entre las muchas consecuencias de estos incendios se encuentra la pérdida de bosques nativos, algunos de los últimos remanentes de especies únicas que solo existen en Chile y que ahora enfrentan la amenaza de la extinción, como el queule y el pitao.
Un patrimonio natural en peligro
La magnitud de la pérdida aún no se puede determinar con precisión, pero los expertos ya advierten sobre la gravedad de la situación. Estos bosques únicos, que albergan especies endémicas, han sido un patrimonio natural de Chile durante miles de años. Sin embargo, la transformación del uso del suelo y la deforestación han reducido su extensión, dejando pequeños fragmentos aislados en valles y quebradas, a menudo rodeados de plantaciones de especies exóticas.
Relictos en peligro
Estos fragmentos de bosque, conocidos como relictos, representan los últimos refugios de estas especies en peligro. Muchos de ellos se encuentran en las comunas de Penco, Tomé y Santa Juana, las cuales han sufrido graves daños debido a los incendios forestales. La crítica situación de estos bosques relictos pone de manifiesto la urgente necesidad de tomar medidas para su protección.
Un llamado a la acción
Diego Alarcón, investigador de la Universidad Austral de Chile y del Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB), hace un llamado a la acción para preservar estos bosques únicos. Sugiere que se deben implementar medidas de protección, incluyendo la evaluación de la cantidad de superficie sin plantaciones que debe rodear estos bosques para prevenir su destrucción en futuros incendios.
La experiencia demuestra que, incluso cuando se dejan espacios alrededor de estos bosques, la amenaza de incendio persiste. Por lo tanto, es esencial determinar la distancia y el tipo de vegetación o uso del suelo necesarios para garantizar la protección efectiva de estos fragmentos forestales.
Restauración: un camino crucial
Además de la protección, Alarcón enfatiza la importancia de la restauración de los bosques quemados. Aunque algunos árboles pueden regenerarse después de los incendios, el proceso de restauración completo es largo y complejo. Se debe prestar atención a la restauración de la red de especies que componen estos bosques, incluyendo polinizadores y hongos que desempeñan un papel vital en su funcionamiento.
Desafíos en la restauración
Uno de los desafíos más significativos en la restauración de estos bosques quemados es la proliferación de especies exóticas invasoras. Estas especies se recuperan más rápidamente que las nativas después de los incendios y pueden crear una barrera que dificulta la restauración de la vegetación nativa. Por lo tanto, se necesita un esfuerzo adicional para eliminar estas especies invasoras y favorecer la regeneración de las especies nativas.
Responsabilidad compartida
El investigador hace un llamado a las autoridades y a los propietarios de estos terrenos, muchos de los cuales son privados, a asumir la responsabilidad de la restauración y la protección de estos bosques. Destaca la importancia de generar planes de restauración sólidos y de proporcionar recursos para llevarlos a cabo. La conservación de la biodiversidad de Chile depende en gran medida de la preservación de estos fragmentos forestales únicos.
En este contexto, son muchas las agrupaciones ambientalistas que colaboran en la concienciación de esta problemática, como Greenpeace. Por su parte, la Fundación Keule está liderando una campaña para instar a los propietarios de estos terrenos a resistir las presiones para cambiar el uso de estos bosques quemados por otros fines, como parcelas o plantaciones exóticas. Utilizan ejemplos como el de la familia Riquelme, pequeños agricultores en la zona entre Penco y Tomé, quienes se han comprometido a preservar el bosque de queule en su propiedad y hacen un llamado a otros para que sigan su ejemplo. El mensaje es claro: la protección de estos bosques relictos es una responsabilidad compartida que requiere acción inmediata para evitar la extinción de especies únicas y valiosas en Chile.