El gobierno de Bolivia declara emergencia nacional por incendios forestales

Bolivia ha declarado el estado de “emergencia nacional” debido a los incendios forestales que han arrasado con grandes extensiones de territorio en varias regiones del país. El gobierno boliviano tomó esta medida como respuesta a la magnitud de los daños, que hasta el momento han afectado 3,8 millones de hectáreas de bosques y pastizales, según cifras oficiales. La declaración busca facilitar la coordinación entre las instituciones nacionales y agilizar la llegada de ayuda internacional para combatir el fuego.

El ministro de Defensa, Edmundo Novillo, fue el encargado de hacer el anuncio tras una reunión en La Paz con varios ministros y embajadores de organismos internacionales. Según Novillo, esta medida permitirá una respuesta más rápida y efectiva por parte de los cooperantes extranjeros, lo que es crucial para enfrentar la crisis de incendios en el país. Naciones Unidas, la Unión Europea y varios países vecinos, como Brasil, han expresado su disposición para colaborar en las tareas de mitigación.

Casi 4 millones millones de hectáreas arrasadas por el fuego

Los incendios forestales han devastado amplias áreas en Bolivia, afectando tanto zonas boscosas como pastizales. El ministro de Medio Ambiente y Agua, Alan Lisperguer, detalló que 1,5 millones de hectáreas de bosques y 2,3 millones de pastizales han sido consumidos por las llamas hasta la fecha. Las áreas más golpeadas por el fuego se concentran en la región oriental de Santa Cruz, considerada el motor económico del país y la región más densamente poblada, donde actualmente se reportan 64 focos de incendios activos.

Además de Santa Cruz, otras regiones afectadas incluyen Beni, con seis incendios activos, y las regiones de Pando y La Paz, con un incendio en cada una. Las áreas protegidas también están en peligro, siendo los parques nacionales San Matías, Manuripi y Noel Kempff Mercado algunos de los más afectados por los incendios. Estas zonas son cruciales para la biodiversidad boliviana, lo que añade una capa de urgencia a la situación.

Los cielos de Bolivia cubiertos por humo

El impacto de los incendios no solo se siente en los territorios directamente afectados, sino también en ciudades como La Paz, Cochabamba y Cobija. Estas urbes han visto sus cielos cubiertos por densas nubes de humo, lo que ha generado una drástica disminución en la calidad del aire. Las autoridades han alertado sobre los riesgos para la salud pública y están evaluando medidas para mitigar los efectos de la contaminación.

La mala calidad del aire ha empeorado las condiciones de vida de miles de bolivianos, mientras las autoridades continúan luchando por controlar los incendios. Ante esta situación, el presidente Luis Arce informó que especialistas, brigadistas y bomberos de países como Brasil, Chile y Francia ya se encuentran en el país para colaborar con las labores de extinción de los incendios. La llegada de estos equipos internacionales se ha convertido en una luz de esperanza para un país que está al borde del colapso ecológico.

Los chaqueos, una causa central de los incendios 

Uno de los factores principales detrás de la propagación de los incendios en Bolivia son los chaqueos, una práctica agrícola que implica la quema controlada de tierras para prepararlas para la siembra o el pastoreo de ganado. Sin embargo, cuando estas quemas escapan de control, se convierten en una de las principales causas de incendios forestales en el país. A pesar de los riesgos evidentes, las normas que permiten los chaqueos siguen vigentes, lo que ha generado críticas de diversos sectores políticos y sociales.

La oposición boliviana, a través de la fuerza política Comunidad Ciudadana (CC), ha exigido al presidente Arce que se declare la emergencia nacional, y ha cuestionado la continuidad de las normativas que permiten estas prácticas agrícolas. En el pasado, los chaqueos han causado daños considerables. En 2023, más de 3,3 millones de hectáreas fueron afectadas por incendios, y el año más devastador fue 2019, con un total de 5,3 millones de hectáreas quemadas.

Consecuencias ambientales y sociales de los incendios forestales

La emergencia provocada por los incendios forestales en Bolivia tiene múltiples consecuencias a nivel ambiental y social, tal cual han advertido organizaciones ambientalistas, como Greenpeace, entre otras. La pérdida de bosques y pastizales afecta gravemente la biodiversidad del país, poniendo en peligro a numerosas especies y deteriorando ecosistemas cruciales para la absorción de dióxido de carbono y la regulación del clima. Asimismo, las áreas protegidas, que deberían ser santuarios de conservación, se ven amenazadas por el avance del fuego.

En términos sociales, las poblaciones que habitan cerca de las zonas afectadas están siendo desplazadas por el fuego y enfrentan riesgos de salud debido a la contaminación del aire. La destrucción de tierras agrícolas también tendrá un impacto significativo en la economía local, especialmente en regiones como Santa Cruz, que dependen del agro para su sustento. Los incendios no solo representan una catástrofe ambiental, sino también un desafío humanitario que requiere una respuesta coordinada y urgente.

El panorama en Bolivia es desolador, y aunque la declaración de emergencia nacional es un paso necesario, la magnitud de la crisis demanda un esfuerzo sostenido tanto a nivel nacional como internacional para mitigar el impacto de estos incendios y prevenir futuros desastres similares.

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