Los incendios forestales de la Patagonia son los peores de las últimas tres décadas

Los incendios forestales en la Patagonia han alcanzado niveles alarmantes, con áreas de las provincias de Neuquén, Río Negro y Chubut gravemente afectadas. En total, el fuego ya consumió más de 37 mil hectáreas, ¡una superficie equivalente a dos veces la Ciudad de Buenos Aires! Además, hay dos Parques Nacionales damnificados y un deterioro ecológico sin precedentes. 

Lo que es peor, ante la falta de infraestructura y de brigadistas para combatir el fuego por la falta de presupuesto, la situación se ha agravado como nunca antes. A esto se suman la crisis climática (que el gobierno nacional niega) que incrementa la frecuencia y la intensidad de estos siniestros en todo el país. 

De acuerdo con reportes oficiales, el fuego acabó con más de 15 mil hectáreas en el Parque Nacional Lanín y con más de 10 mil en el Parque Nacional Nahuel Huapi. Además, otras zonas como El Bolsón, Caviahue, Epuyén y Atilio Viglione han sufrido incendios de gran magnitud. 

Los expertos y miembros de organizaciones ambientalistas como Greenpeace Argentina, explican que las llamas se han propagado con mayor facilidad debido a la sequía, los fuertes vientos y la presencia de especies exóticas como los pinos, que actúan como combustible para el fuego. Además, estiman que los ecosistemas podrían llegar a tardar hasta ¡2 siglos! en recuperarse. 

¿Qué factores están agravando los incendios forestales en la Patagonia? 

Si bien estos incendios son resultado de múltiples factores, en su mayoría están asociados a la actividad humana. Se estima que el 95% de estos eventos son causados por negligencia o intencionalidad. Ya sea porque se queman residuos forestales, por fogatas mal apagadas o por el uso de fuego para preparar áreas de pastoreo que se salen de control.  

Sin embargo, no hay dudas de que el cambio climático ha exacerbado la situación. Las altas temperaturas, la sequía prolongada y los fuertes vientos han incrementado la velocidad con la que (una vez prendido) el fuego se propaga. Bajo estas condiciones, especies exóticas como los pinos implantados por empresas forestales en la región contribuyen a que los incendios se magnifiquen debido a su alto contenido de resina inflamable. 

Por este motivo los expertos advierten que la frecuencia de los incendios forestales ha aumentado en los últimos años y continuará haciéndolo a menos que se implementen políticas que restauren los ecosistemas afectados y reduzcan los riesgos. Sin una planificación y sin recursos que permitan un mayor control, la capacidad de respuesta de los brigadistas se ve muy comprometida. 

¿Cómo repercuten los incendios en la sociedad y la economía?

Primero que nada, los incendios en la Patagonia generan un impacto devastador en la biodiversidad. En estos bosques habitan especies emblemáticas de la región, como el huemul y el pudú, que ante la destrucción de sus hábitats podrían estar en peligro mortal. Pero por otro lado, cuando la cobertura forestal desaparece, el suelo se erosiona con mayor facilidad y, en consecuencia, se ve afectado el ciclo del agua. A largo plazo, esto podría dejar sin fuentes de agua a las comunidades locales. 

A esto se suman las consecuencias sociales y económicas. Muchas familias han perdido sus viviendas, su ganado y, por lo tanto, sus medios de subsistencia por el avance del fuego. Mientras tanto, las comunidades rurales e indígenas, que dependen del bosque para su economía y cultura, se enfrentan un futuro incierto.

La restauración del ecosistema es un proceso largo y complejo que podría demorarse entre 100 y 200 años. Por este motivo es importante que el gobierno nacional implemente programas de reforestación y conservación en las áreas afectadas. Sin embargo, la falta de inversión y la negación del cambio climático por parte de Javier Milei están atentando contra la supervivencia del medioambiente argentino. 

¿Qué medidas se deberían tomar?

Para mejorar la respuesta a los incendios, es necesario mejorar la inversión en infraestructura (camiones hidrantes, helicópteros, etc.) y contratar un mayor número de bomberos y brigadistas. Pero además, es importante fortalecer los sistemas de alerta temprana y capacitar mejor a las comunidades para afrontar estos siniestros. 

Sin embargo, la medida más importante tiene que ver con la implementación de sanciones más severas para quienes provocan fuegos intencionales con fines económicos. Las penas económicas no han demostrado ser suficiente para desalentar estas prácticas. Por eso es fundamental establecer penas de cárcel para quienes arriesgan el futuro de los bosques patagónicos del país por unos cuántos miles de dólares. 

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