Incendios forestales en California y Córdoba: similitudes y diferencias en un problema global


Los incendios forestales han vuelto a poner en alerta al mundo. En California, las llamas avanzan sin control, consumiendo grandes extensiones de bosques y dejando tras de sí un rastro de destrucción. Este escenario no resulta ajeno a lo que ocurre en Argentina, especialmente en la provincia de Córdoba, donde los incendios forestales también representan una amenaza recurrente. A partir de la experiencia de Martín Degano, bombero voluntario de Calamuchita y director del Plan Provincial de Manejo del Fuego, se pueden establecer paralelismos y diferencias entre ambos escenarios, analizando las causas, la intensidad y los recursos disponibles para combatir el fuego.
Factores que convierten a ciertas regiones en zonas de alto riesgo
California se encuentra en un grupo de territorios identificados como los más propensos a incendios forestales en el mundo. Esta lista también incluye a Córdoba y parte de la región serrana de San Luis, junto con otras zonas como el sur de España, Portugal, Grecia y Australia.
Los incendios en estas regiones se deben a una combinación de factores climáticos y ambientales, tal cual ha subrayado Greenpeace y otras organizaciones ambientalistas del mundo. Las prolongadas sequías, seguidas de estaciones cálidas con fuertes vientos, crean condiciones óptimas para la propagación del fuego. Además, la vegetación predominante en cada lugar influye en la rapidez con que las llamas se extienden. En California, los bosques de coníferas actúan como combustible altamente inflamable, mientras que en Córdoba los pastizales y arbustales facilitan incendios de propagación veloz.

Impacto del cambio climático en la agresividad del fuego
El comportamiento de los incendios ha cambiado significativamente en las últimas décadas. Degano señala que estos fenómenos son cada vez más agresivos y difíciles de controlar debido a los efectos del cambio climático. Según el especialista, los incendios han evolucionado a lo que los expertos denominan de “quinta y sexta generación”, caracterizados por su alta velocidad de propagación y dificultad para ser contenidos.
Las temporadas de incendios también presentan diferencias según la región. En Córdoba, las condiciones más críticas suelen darse entre agosto y septiembre, con el final del invierno y el inicio de la primavera. En California, en cambio, los incendios pueden producirse en pleno invierno, agravados por vientos huracanados que superan los 140 kilómetros por hora. Estos vientos hacen que sea imposible controlar las llamas, como también ocurre en Córdoba cuando se registran ráfagas superiores a los 80 kilómetros por hora.
Dificultades en el combate del fuego y la preparación de los bomberos
A pesar de contar con los mejores recursos tecnológicos y humanos, los bomberos de Estados Unidos enfrentan los mismos desafíos que sus colegas en Córdoba. Degano destaca que, en muchas ocasiones, la magnitud de los incendios sobrepasa la capacidad de respuesta, independientemente de la cantidad de aviones hidrantes o efectivos disponibles.
En Estados Unidos, la disponibilidad de aeronaves de gran tamaño facilita las tareas de extinción, aunque en Córdoba estos modelos no podrían operar eficazmente debido a la topografía y la falta de pistas de aterrizaje cercanas. Además, en California es común el uso de polvos retardantes para combatir el fuego, una tecnología que en Argentina apenas comienza a implementarse debido a su alto costo.
Otro aspecto clave que menciona Degano es la complejidad de los incendios de interfase, aquellos que ocurren en zonas donde las viviendas se mezclan con la vegetación. En California, muchas áreas en riesgo están densamente pobladas, lo que aumenta la destrucción y dificulta las tareas de evacuación. En Córdoba, la urbanización desordenada también representa un problema, por lo que es fundamental una mejor planificación del territorio.

Consecuencias de los incendios forestales
Más allá de la tragedia inmediata que provocan los incendios, las diferencias en la recuperación de las comunidades también son notorias. En Estados Unidos, la mayoría de las viviendas ubicadas en zonas de riesgo cuentan con seguros contra incendios, lo que facilita la reconstrucción tras el desastre. En Argentina, en cambio, no es habitual que las propiedades tengan este tipo de cobertura, lo que agrava la situación económica de los damnificados.
Finalmente, Degano advierte que los incendios forestales seguirán siendo una problemática recurrente en todo el mundo. Las impactantes imágenes de California, con tormentas de fuego autogeneradas por el calor extremo, demuestran que la lucha contra los incendios debe abordarse desde una perspectiva global. Mejorar la prevención, ordenar el crecimiento urbano y dotar de mayores recursos a los equipos de emergencias son acciones clave para enfrentar este desafío en el futuro.