En los últimos 5 años, los incendios forestales en Argentina han alcanzado un pico histórico. De acuerdo con datos provistos por el Servicio Nacional del Manejo del Fuego (SNMF) y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), en 2022 se duplicaron las superficies incendiadas con respecto a 2021. En total, más de 700 mil hectáreas resultaron quemadas en diversas provincias de todo el país.
Las razones detrás de estos incendios son variadas. Desde causas naturales, hasta factores políticos o económicos. Pero las investigaciones del SNMF no dejan lugar para la duda: el 95% de los incendios son provocados por la acción humana. En algunas ocasiones se deben a focos accidentales que se propagan cuando las personas manipulan fuego sin tomar los recaudos necesarios en entornos naturales.
Pero en su mayoría, se trata de incendios provocados intencionalmente por los sectores agrícolas y ganaderos. Las quemas controladas de pastizales se suelen utilizar para renovar el pasto seco y reponer nutrientes en el suelo. Se trata de una tarea que debe ser realizada por personal capacitado, siguiendo estrictas normas de seguridad que aseguren que el fuego quede confinado a la zona a tratar.
La alarmante tendencia de los incendios forestales en Argentina
Según las investigaciones llevadas a cabo por el SNMF y el Ministerio de Medioambiente de la Nación, en la última década los incendios forestales se han vuelto cada vez más frecuentes y dañinos. Esto ha sido especialmente preocupante en la región andino patagónica. Solo en las provincias de Neuquén, Río Negro, Chubut y Tierra del Fuego, el fuego arrasó con más de 78 mil hectáreas. Lo que equivale a ¡4 veces la superficie de la Ciudad de Buenos Aires!
Pero los incendios forestales no son solo un problema de la Patagonia Argentina. En el norte del país, durante 2022, hubo cerca de 95 mil hectáreas quemadas en la provincia de Salta y otras 25 mil en Jujuy, donde el fuego acabó con cerca de 8 mil hectáreas del Parque Nacional Calilegua, en la región de las yungas.
En el centro del país, la provincia de Córdoba se ha vuelto foco de varios incendios forestales durante el mes de agosto de 2023. Diversas localidades ubicadas en la región serrana, como Salsipuedes, La Calera o Río Tercero, se vieron azotadas por las llamas provocadas por la quema de pastizales, que se propagaron como consecuencia de los vientos y el clima cálido de la zona.
Ante este grave escenario que atraviesa a diferentes zonas del país, el Poder Ejecutivo decidió tomar cartas en el asunto y extendió la declaración de emergencia ígnea en todo el territorio nacional hasta el 13 de enero del 2024. Esta medida busca proveer los recursos necesarios para combatir y eliminar los focos de incendio activos en el país.
La peligrosa relación entre el cambio climático y los incendios forestales
La crisis climática y el calentamiento global han generado un aumento sostenido de las temperaturas en todo el planeta. Asimismo, se ha producido un cambio trascendental en las estaciones de lluvia, prolongando los períodos de sequía en varias zonas del país. Esta modificación, sumada a la presencia de temperaturas más altas y vientos más fuertes a los habituales ha generado un caldo de cultivo que favorece la propagación de incendios.
En el caso puntual de las provincias de Santa Fe y Entre Ríos, a estos factores se les suma una bajada histórica del caudal del Río Paraná, que no solo agrava la situación por la falta de agua en la región, sino que además evita que haya barreras naturales, como islas y lagunas, capaces de frenar el avance del fuego.
En definitiva, el cambio climático trae aparejados una serie de factores que predisponen que los incendios forestales se produzcan con mayor asiduidad y que se propaguen de manera más fácil.
La urgente necesidad de proteger los bosques argentinos
Como consecuencia del cambio climático, la situación de los bosques nativos se ha vuelto cada vez más crítica. Es por eso que organizaciones ambientalistas como Greenpeace o Fundación Vida Silvestre continúan luchando para que las autoridades gubernamentales designen un mayor presupuesto para trabajar en la prevención de los incendios. Asimismo, a través de una mayor infraestructura a nivel provincial y nacional, será más fácil que los brigadistas cuenten con el equipamiento y los medios necesarios para combatir el fuego cuando este aparezca.
Los bosques nativos son indispensables para la vida. El fuego que amenaza los ecosistemas argentinos, pone en peligro la biodiversidad y la calidad de vida de las comunidades afectadas. Pero además implican una nueva problemática en términos ambientales, ya que son en sí mismos una fuente de emisión de gases de efecto invernadero que contribuye a que el cambio climático se agrave.
Cuando se quema un bosque o un humedal, se está profundizando la crisis ambiental, ya que se reduce la capacidad del planeta de capturar el dióxido de carbono a la vez que se emiten toneladas de este pernicioso gas a la atmósfera. Por eso es tan necesario exigir a los responsables medidas drásticas que contribuyan a combatirlos.