El leopardo es el superviviente definitivo, a pesar de amenazas cada vez mayores
Estos felinos enfrentan numerosas amenazas, como la reducción de hábitats y presas, los conflictos con el hombre, la caza furtiva, etc. Sin embargo, un nuevo informe describe éxitos aislados que demuestran que se puede revertir el declive de las poblaciones.
El estado de los leopardos en el mundo ofrece esperanza. Algunas de las ocho subespecies se han estabilizado o han mostrado una ligera recuperación con respecto a su extinción.
Sin embargo, el peligro grave que enfrentan las demás es alarmante, según una nueva evaluación de la autoridad científica más importante del mundo en materia de extinción global.
Aunque los leopardos son los grandes felinos más resilientes, su población ha disminuido más del 30 % en los últimos veintidós años, lo que equivale a tres generaciones. Han desaparecido de grandes áreas de su distribución histórica y posiblemente están extintos en veintiséis países que antes habitaban. Estos hallazgos, publicados el 27 de junio por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), forman parte de una actualización de su Lista Roja de especies amenazadas.
Los leopardos están clasificados como “Vulnerables” por la UICN, una categoría de especies que enfrentan grandes riesgos de extinción debido al rápido declive de su población u otros factores. Sin embargo, algunas de estas subespecies se encuentran en condiciones críticas.
Los leopardos habitan en sesenta y dos países de África y Asia, desde la costa atlántica de Senegal hasta el este de Siberia.
Estos felinos viven en todos los entornos imaginables, desde el nivel del mar hasta cinco kilómetros de altitud: en bosques, montañas, sabanas, desiertos, selvas e incluso en el Parque Nacional Sanjay Gandhi en el centro de Mumbai, una ciudad con 21 millones de habitantes. Tienen la distribución geográfica más amplia de todos los grandes felinos.
Estos felinos icónicos enfrentan amenazas urgentes para su supervivencia, sin importar dónde vivan. El informe señala que su número ha “disminuido considerablemente debido a la persecución continua por parte de poblaciones humanas cada vez más numerosas.”
Puesto que los leopardos se adaptan y se mantienen discretos, viviendo en lugares que la mayoría de los otros felinos salvajes evitan, es complicado evaluar su estatus.
“Se suele suponer que están bien, pero las pruebas muestran que, dondequiera que estén, no están bien”, declara un especialista en leopardos a cargo de este informe y del estudio anterior realizado en 2016.
Este nuevo informe sobre los leopardos refleja la trayectoria bastante sombría de los grandes felinos en todo el mundo. También es una mala noticia para muchos animales con los que conviven. Con pocos superdepredadores, los cambios repercuten en cascada sobre ecosistemas cada vez más desequilibrados.
Pero los científicos enfatizan que una conservación dirigida y bien informada es eficaz. El leopardo indio (Panthera pardus fusca) es un buen ejemplo: debido a la mayor atención que recibe, ha sido recategorizado de “Vulnerable” a “Casi Amenazado”.
El leopardo indio “Casi Amenazado” está relativamente bien, con una población de al menos 15,000 individuos, resultado de una mayor investigación y una mejor gestión. La pantera de Ceilán (Panthera pardus kotiya) es “Vulnerable”: solo quedan 777 individuos.
Los leopardos africanos (Panthera pardus pardus) también figuran en la categoría “Vulnerable” y están desapareciendo rápidamente. Sin embargo, no se sabe cuántos individuos adultos o poblaciones reproductoras saludables quedan, declara Marine Drouilly, bióloga de felinos de la organización sin fines de lucro Panthera. En algunos lugares, ni siquiera se sabe si aún existen.
La pantera de Java (Panthera pardus melas), recategorizada de “En Peligro Crítico de Extinción” a “En Peligro de Extinción”, sigue estando muy amenazada, ya que la especie cuenta con solo 319 individuos. Como especie insular, este leopardo tiene poco espacio para desarrollarse, por lo que su futuro depende de los esfuerzos de preservación de los humanos.
Durante los últimos cinco años, la pantera de Java ha recibido una atención particular, con avances logrados gracias a la colaboración entre gobiernos, grupos de conservación, científicos especialistas en leopardos y comunidades locales.
El informe destacó serias preocupaciones respecto al leopardo de Indochina (Panthera pardus delacouri). Stein explica que este leopardo es objeto de una caza furtiva intensiva y que, con su hábitat en gran parte destruido, se aferra a fragmentos de bosque desprovistos de presas en cuatro países del sudeste asiático.
Podríamos ver fácilmente a este felino desaparecer antes de la próxima evaluación. Hace diez o quince años, esto habría sido impensable.
El leopardo árabe (Panthera pardus nimr), la más pequeña de las subespecies, también se encuentra en una situación crítica: sólo sobreviven entre 70 y 80 felinos adultos.
Están extintos en Arabia Saudita, pero el país invirtió millones en 2019 para intentar traerlos de vuelta. La cría y reintroducción en la naturaleza de felinos criados en cautiverio es difícil, pero los éxitos recientes obtenidos con el lince ibérico (Lynx pardinus) y el leopardo de Anatolia (Panthera pardus tulliana) muestran que es posible.
La UICN fusionó al leopardo del Amur (Panthera pardus orientalis) con la subespecie del norte de China, una decisión basada en análisis genéticos. El leopardo del Amur ha experimentado una recuperación considerable. Proteger los hábitats y reintroducir ciervos y jabalíes han permitido salvar a este felino de la extinción.
Jaguares en Colombia e iniciativas similares
Estos felinos enfrentan numerosas amenazas, como la reducción de hábitats y presas, los conflictos con el hombre, la caza furtiva, etc. Sin embargo, un nuevo informe describe éxitos aislados que demuestran que se puede revertir el declive de las poblaciones.
En Colombia, aunque no hay leopardos, se llevan a cabo iniciativas similares para la conservación del jaguar, un felino igualmente icónico y amenazado.
Algunos proyectos buscan conectar hábitats fragmentados a través de corredores biológicos, permitiendo a los jaguares moverse libremente y reducir el conflicto con las comunidades locales.
Estos esfuerzos, apoyados por organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, resaltan la importancia de la colaboración internacional en la protección de la biodiversidad y la preservación de los grandes felinos en América Latina.
Así, se puede concluir en el caso de estos dos grandes felinos que su protección y recuperación es clave por su papel de depredadores, vitales para mantener el equilibrio de nuestros ecosistemas y asegurar la biodiversidad global.
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