Un experto del CONICET advierte que los incendios forestales se triplicarán por el cambio climático


A medida que el cambio climático empeora, los incendios forestales incrementan su frecuencia en todo el mundo a un nivel nunca antes visto. Y de acuerdo con Juan Paritsis, investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y experto del Instituto de Investigaciones en Biodiversidad y Medioambiente (INIBIOMA), estos desastres naturales podrían ¡triplicarse en los próximos años!
La combinación entre el aumento de las temperaturas y las sequías prolongadas (sumadas a malas prácticas de los seres humanos) está provocando un aumento tanto en la frecuencia, como en la intensidad de estos eventos en todo el planeta. Recientemente, la Argentina padeció tragedias ambientales en dos regiones que representan su amplia biodiversidad: Tandil y Bariloche.
Pero tanto el experto del CONICET como miembros de organizaciones ambientalistas como Greenpeace Argentina, han advertido que más allá del problema ambiental que ocasionan los incendios, es importante tener en cuenta que estos siniestros pueden transformarse en un verdadero calvario para la seguridad social y económica de las regiones afectadas.
La influencia del cambio climático en los incendios forestales, en números
Según Paritsis, el cambio climático actúa como un catalizador que agrava los incendios forestales de forma notable. A medida que las temperaturas aumentan y las lluvias disminuyen, se crea una “tormenta perfecta” que hace que estos siniestros prosperen rápidamente. Además, diversos estudios han demostrado que las regiones que han sufrido períodos de sequía severa (como la Patagonia) afectan la capacidad de estos ecosistemas para recuperarse de los efectos del fuego.
Otro de los efectos comprobados del cambio climático tiene que ver con la expansión de las áreas afectadas. Los expertos estiman que, por cada grado Celsius que aumenta la temperatura promedio, se extiende considerablemente el área quemada. Sin ir más lejos, durante los últimos incendios ocurridos en California (Estados Unidos), se observó un aumento del ¡222% de las hectáreas quemadas por cada grado Celsius!

Y en Brasil, durante 2024, los incendios devastaron ¡más de 300 mil kilómetros cuadrados! Es decir, el equivalente a la superficie de Italia y un 80% más que en 2023. ¿Las causas? Una sequía histórica relacionada con el fenómeno de El Niño y exacerbada por el cambio climático.
Las consecuencias no previstas de los incendios de Tandil y Bariloche
Paritsis señala que los incendios ocurridos en las sierras de Tandil y los bosques de Bariloche no solo han destruido la vegetación nativa, sino que además tendrán efectos a largo plazo en la fauna de cada una de estas localidades. Además, el fuego afectó los servicios ecosistémicos de estas regiones, como el suministro de agua o la regulación del clima.
En Bariloche, los incendios acabaron con extensas áreas de bosques nativos de lenga y coihue, destruyendo los hábitats de especies emblemáticas como el huemul y el pudú. Mientras que en Tandil, las sierras no solo han perdido su vegetación, sino que sufrirán graves consecuencias en los próximos años debido a la erosión de sus suelos.
El investigador también recalca que, si bien muchos incendios forestales ocurren debido a causas naturales, en su gran mayoría son resultado de actividades humanas, como la quema de pastizales para la agricultura y la falta de control en áreas recreativas donde la gente enciende fuegos que luego no apaga de forma correcta y terminan saliéndose de control.

¿Qué se puede hacer para poner un freno a los incendios?
La única manera de detener estos siniestros es que cada gobierno nacional implemente medidas inmediatas para prevenirlos y mitigarlos. Para empezar, es necesario fortalecer los sistemas de monitoreo, para obtener una respuesta inmediata ante el inicio de un incendio. Además, es importante educar a la población sobre el manejo responsable del fuego.
Por otro lado, los expertos recomiendan ampliar las zonas protegidas y restaurar aquellos ecosistemas que se encuentran degradados, para de esta forma mejorar su capacidad de recuperación frente a los incendios. Finalmente, es fundamental que los líderes mundiales trabajen para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y promover la transición hacia energías renovables. Porque el principal problema es el cambio climático y es urgente ponerle un freno.