Por qué la crisis del agua está relacionada con la contaminación de los bosques

Cada vez se incrementa más  la alerta mundial por la crisis del agua y sus múltiples consecuencias para el planeta y la vida humana. Sin embargo, a pesar de los llamados de atención, la problemática no se detiene. Este tema tiene un eje central en la contaminación y depredación de bosques. 

En estos ecosistemas de vegetación se concentra la mayor cantidad de diversidad del planeta. Por lo tanto, se trata del espacio natural que contribuye a sostener el abastecimiento de agua dulce para la vida vegetal, animal y humana.   

En el presente, el rol fundamental de los bosques nativos como regulador climático está en peligro. Esto deviene en la mencionada crisis del agua que ya está trastocando la cotidianeidad de numerosas comunidades en todo el mundo. 

La evidencia de la crisis del agua 

Los especialistas en ambientalismo insisten en la importancia de la protección de los bosques como medida fundamental para contrarrestar los efectos de la crisis del agua. Para esto, son varias las cuestiones que entran en juego ya que se trata de un problema multicausal. 

Por un lado, la deforestación es una realidad contundente. Se trata de un fenómeno que se produce sobre los bosques nativos con fines comerciales. Las industrias de la agricultura y la ganadería aplican desmontes que afectan de manera grave el equilibrio ambiental.

Desde otro punto de vista, la contaminación de ríos y fuentes de agua dulce es otro punto de dolor. Distintas investigaciones han detectado diferentes tipos de elementos como plásticos, nicotina y sustancias químicas que intoxican el agua que, a posteriori, ya no es apta para el consumo humano.  

Algunos casos del mundo en los que la crisis del agua ya es una realidad

A causa de la crisis del agua varios países en distintos puntos geográficos del planeta sufren las consecuencias. Así, los gobiernos enfrentan los resultados de este impacto mientras que las organizaciones no gubernamentales llaman a la acción para crear agendas reales. 

En el caso de Argentina, el Instituto Nacional del Agua presentó datos que dan cuenta de las repercusiones directas de la crisis del agua que sufre el país. A partir de la escasez hídrica en toda la región, la producción del sector agrícola ya se encuentra disminuida. 

Se calcula que el 50% del territorio argentino en la actualidad presenta complicaciones en relación al agua. No solo la agricultura es víctima de este flagelo, también el resto de las industrias alimenticias y el propio consumo de agua potable están en peligro. 

Brasil es un caso particular en el que confluyen varios factores. De hecho, cada vez con más frecuencia esta nación es noticia por los repetidos incendios forestales en la zona de la Selva Amazónica, uno de los reductos de biodiversidad más importantes para la regulación climática del mundo. 

Según el informe oficial del G20 del año 2024, entre el 1 de enero y fines de septiembre de este período 11 millones de hectáreas desaparecieron. Esta quema equivale al 2,8% del total de su superficie.

España también atraviesa su propia crisis del agua. El Inventario Nacional de daños Forestales perteneciente al Ministerio de Transición Ecológica presentó un informe con datos elocuentes. Durante el pasado 2023 hubo un 23% de pérdida de forestación. 

De esta forma, la institución explica el fenómeno hídrico que es causa, entre otras cosas, de las híper elevadas temperaturas que sufren los españoles cada verano. Por cierto, el ciclo del reporte fue considerado como uno de los más cálidos en la historia del país ibérico. 

Por dónde empezar a trabajar en los bosques para detener la crisis del agua 

Algunas de las voces autorizadas más importantes del mundo como Naciones Unidas advierten sobre la importancia de proteger los bosques para subsanar la crisis del agua. A pesar de reconocer que es una problemática en extremo compleja que cruza muchas variables, estas son algunas de las recomendaciones principales:

  • Los gobiernos deberían establecer metas claras para detener la deforestación de los bosques
  • Es necesaria la reforestación y restauración de los biomas en un plan a largo plazo
  • En los programas deben ser incluidas las comunidades nativas de cada región, principales afectadas en la crisis del agua en zonas de bosques 
  • Los estados nacionales y sectoriales deben crear apoyos desde lo económico, educacional y técnico para que las comunidades se sumen a la protección ambiental 

Cabe recordar que el acuerdo de París establecido en el año 2015 fue firmado por 195 países quienes adoptaron las condiciones para tratar el cambio climático. Mediante este pacto, los firmantes aceptaron reducir las emisiones de carbono y confirmaron invertir en la generación de energías renovables y prácticas amigables con el ambiente. 

Sin embargo, Naciones Unidas informa que, desde la emisión del documento hasta la fecha, solo el 40% de los participantes ha cumplido con la protección de bosques. Queda pendiente ver cuáles serán las posturas de los actores políticos en la próxima ronda de reuniones climáticas en el 2025. 

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