Desde hace varios meses, la flora y fauna de la provincia de Santiago del Estero viene siendo víctima de un devastador ecocidio. Tal es la envergadura de lo que está sucediendo, que no ha tardado en captar la atención de los medios de comunicación y de generar indignación entre los miembros de la comunidad y de los representantes de organizaciones ambientalistas como Greenpeace Argentina y Fundación Vida Silvestre.
Diversas imágenes y videos muestran a cientos de animales silvestres y domésticos muertos como consecuencia de la construcción del Canal de la Patria. Este canal fue inaugurado en octubre de 2023 con el objetivo de llevar agua desde la localidad de Santos Lugares, al norte de la provincia, a más de 200 kilómetros, hacia los pueblos de Amamá, Tintina y Quimilí.
Pero lo que debía ser un avance para Santiago del Estero, se está convirtiendo en una verdadera pesadilla. Cabe recordar que, a la destrucción masiva de la fauna de la provincia, se suma la devastación que desde hace años padecen sus bosques nativos como resultado de la deforestación descontrolada.
Estos desastres ambientales son un ejemplo de cómo cuando las autoridades miran para otro lado y no toman los recaudos necesarios para proteger al medioambiente, el progreso suele venir acompañado del desastre ecológico.
El ecocidio de la fauna silvestre de Santiago del Estero
Los ambientalistas han cambiado el modo de referirse al Canal de la Patria: ahora es conocido como el “Canal de la Muerte”. Y lamentablemente, esta denominación le calza como anillo al dedo. De acuerdo con el biólogo y becario del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Diego Gallego García, esta construcción ha resultado ser una trampa mortal que podría llegar a provocar la extinción de varias especies locales.
Entre los animales muertos que se han encontrado se encuentran osos hormigueros, tortugas terrestres, mulitas, matacos bola, guazunchos, pecaríes de collar, zorros y hasta pumas. Pero además se han registrado ahogamientos de reptiles como la boa lampalagua, así como de aves y animales domésticos como perros, gatos y ganado.
Y aunque las autoridades intentaron mitigar los efectos nocivos del canal instalando escaleras en una pequeña porción del recorrido, o implementando el uso de un camión de primeros auxilios para emergencias, el nivel de mortalidad de animales no ha disminuido en absoluto. Hasta el momento, se estima que han perecido ¡más de mil individuos!
La respuesta inexistente de las autoridades provinciales
Cuando se consultó a la directora de Bosque y Fauna de la provincia, Natalia Zanicheli, acerca de lo que estaba sucediendo, la funcionaria sugirió hablar con el subsecretario de Medioambiente, Carlos Salmoraighi. Este siguió pasando la pelota y declaró que la responsabilidad recaía en el Ministerio de Obras Públicas. Pero Aldo Hid, ministro de Obras Públicas, derivó la cuestión al subsecretario del Agua, Sergio Zaltz, que (in)convenientemente se encontraba de viaje y demasiado ocupado para lidiar con el ecocidio.
Mientras tanto, el Centro para el Estudio y Conservación de las Aves Rapaces de Argentina (Cecara) realizó un trabajo de documentación con el fin de exigirle al gobierno provincial que tome medidas urgentes para que ni un solo animal más fallezca.
La flora santiagueña tampoco está a salvo
El ecocidio del Canal de la Patria es solo una nueva mancha para el Ministerio de Medioambiente santiagueño, que enfrenta unos niveles de deforestación preocupantes. Desde hace décadas, los bosques nativos de la provincia están siendo talados para dar paso a actividades agrícolas y ganaderas, lo que está generando una pérdida terrible de biodiversidad y contribuyendo aún más al calentamiento global.
Ante la gravedad de esta situación, la comunidad se ha movilizado incansablemente para exigir a sus representantes políticos respuestas efectivas que permitan proteger los bosques, fortalecer las legislaciones ambientales y brindar recursos que permitan hacer cumplir las leyes. Si las autoridades no actúan con decisión, será imposible
Es necesario que las autoridades actúen con decisión, aplicando sanciones a quienes violen las leyes ambientales y promoviendo prácticas sostenibles. Solo a través de sanciones más duras para los infractores, y de acciones como campañas de educación ambiental entre la población, será posible detener este ecocidio y preservar el patrimonio natural de Santiago del Estero.