Qué sucede con la crisis ambiental en el monte Everest

La montaña más alta del planeta está en la mira de los ambientalistas por distintas cuestiones. Debates por los efectos del turismo contra el medio ambiente y catástrofes naturales que azotan la región. 

El monte Everest es nuevamente el foco de las conversaciones ambientales tras un episodio ocurrido el pasado 7 de enero. En esta oportunidad la noticia fue un terremoto de 6.8 grados que ocasionó perjuicios geológicos de alta magnitud. 

El evento aconteció en la zona cercana al Himalaya y dejó como saldo más de 120 muertos y por lo menos 30 mil personas en situación de evacuación. Además, se registra en toda la zona una crisis habitacional por los destrozos ocurridos. 

Si bien toda esta región china tiene usuales incidentes de estas características la secuencia se suma a otras situaciones por las cuales se vienen generando debates. Sucede que distintos referentes ambientalistas denuncian daños en el ecosistema a partir de los abusos que genera la industria turística. 

Se trata de un negocio que produce ganancias millonarias y que ofrece muchísimas fuentes de trabajo. Sin embargo, el impacto ambiental es considerable y por eso se reclama a las autoridades revisar las normativas de la región. Por cierto, el marco regulatorio tiene demasiadas zonas grises y el contexto está por demás difuso. 

Por lo pronto, luego del sismo, el gobierno chino cerró momentáneamente el acceso al turismo. De hecho, todos los recursos humanos fueron dirigidos a proteger a la población vulnerable y a los trabajadores damnificados por este hecho

La pregunta que cabe ante toda esta situación es ¿Cómo continuará la vida en el Monte Everest, el pico más alto de la Tierra, respecto a la protección de la naturaleza y el cuidado de la biodiversidad?

Las controversias por el turismo que contamina el Everest

El Parque Nacional Sagarmantha está en alerta. Este territorio de 1.148 metros cuadrados de superficie está ubicado al este de Nepal y en su superficie se encuentran el Himalaya y la mitad del monte Everest, en su parte al sur. 

Un gran porcentaje del desarrollo económico del país asiático depende del turismo. Esto, en buena medida, es gracias a la cantidad de visitas que llegan cada año para conocer el Everest

Sin embargo, los ambientalistas nepalíes han advertido sobre el impacto negativo que genera el abuso turístico en la zona. En concreto, los avisos dan cuenta de la gran cantidad de vuelos en helicóptero que se realizan en la zona del parque para trasladar a los visitantes que se dirigen a la montaña. 

En estas circunstancias, en diciembre del 2024, las autoridades del Sagarmantha intentaron reducir los vuelos. La medida entraría en vigencia a partir del primer día del 2025. Lo que sucedió a continuación fue un conflicto de intereses que derivó en que el ente regulador de la aviación del país diera marcha atrás a la decisión. 

Si bien hubo reclamos y manifestaciones públicas de agrupaciones proteccionistas, los pedidos no prosperaron y los helicópteros continuaron su actividad. Pero ¿Cuáles son los peligros reales? En resumen, estas son algunos de los principales datos sobre el Everest y el turismo:

  • El Everest recibe aproximadamente 6.000 sobrevuelos en helicópteros en cada temporada 
  • Por año unas 80 mil personas llegan al Parque Sagarmantha por razones turísticas 
  • La contaminación sonora afecta a la biodiversidad y a la vida cotidiana de las comunidades
  • Se registraron alteraciones en los comportamientos y las actitudes de varias especies que habitan el Everest a causa de los sonidos de las aviaciones

En otro orden de cosas, las comunidades locales se quejan porque los helicópteros les han arrebatado posiciones laborales. Esto es así ya que antes los turistas realizaban un viaje de dos semanas para llegar al Everest y hoy pueden arribar en solo 30 minutos hasta la capital de Katmandú

Pero el tema aéreo no es la única cuestión ambiental que altera el ecosistema del Everest. Otro punto crítico es la cantidad de basura que dejan los visitantes. Según distintos referentes cada año se registran más de 200 toneladas de residuos en el parque. 

A propósito, la gran mayoría de los desperdicios contienen elementos no biodegradables como son los plásticos y vidrios. Dadas las características del territorio y la altura, esto es muy perjudicial porque es muy engorroso la gestión de estos desechos de forma sostenible. 

Hablamos de un negocio en extremo rentable por el cual todos los actores involucrados deberán encontrar puntos de acuerdo. Será una sumatoria de voluntades para poder lograr un entendimiento y obtener soluciones en pos de preservar un Patrimonio de la Humanidad como es el Everest.

Contactenos

Para contactarnos rellena el siguiente formulario