Cómo trabaja la ciencia para proteger plantas en peligro de extinción en los bosques

Qué trabajos están haciendo los investigadores para revertir la situación de las plantas que se encuentran en peligro de extinción en los bosques. Los métodos orgánicos que ya se ponen en práctica y los casos de intento de recuperación más urgentes.
Hoy existe una gran cantidad de plantas en peligro de extinción en los bosques. A causa del cambio climático, y también como consecuencia de la actividad humana, mucha variedad de vegetación se encuentra amenazada.
La voz autorizada que es referencia oficial sobre este tema es un estudio llamado World´s Plants and Fungi. Según este reporte en el cual trabajan más de 200 técnicos de más de 40 países hoy el 34 por ciento de las plantas podría desaparecer.
Además, otros datos también encendieron alarmas como, por ejemplo, que el 45 por ciento de las plantas con flores están amenazadas. Todos estos datos se multiplicaron desde el 2016 en adelante, al ritmo del avance del calentamiento global.
La ciencia tomó esta problemática y puso sus conocimientos a disposición para elaborar soluciones. Ya los expertos trabajan en formas de recuperar y reproducir especies en peligro de extinción con el propósito de conservar la biodiversidad y los ecosistemas.

¿Cómo planean los científicos recuperar variedades próximas a ser extintas? ¿Qué hay de los hongos capaces de sanear las raíces? ¿Cuáles son los casos de éxito de recuperación de plantas que mira al mundo?
Los hongos micorrízicos que se usan para salvar plantas en peligro de extinción
Investigadores de la Universidad de Kansas, en Estados Unidos, exploraron el vínculo entre las plantas en peligro de extinción y los hongos micorrízicos.
Pero ¿Qué son estos microorganismos que se encuentran alojados debajo de la tierra de los bosques? Se trata de agentes naturales que están alojados en las raíces y tienen la capacidad de fortalecer la salud de la vegetación y robustecerlas para enfrentar las crisis climáticas.
Está comprobado que desde hace millones de años estos hongos proveen a las plantas de nutrientes que son fundamentales para su crecimiento. Gracias a sus propiedades, bien se pueden reemplazar los fertilizantes e insecticidas por estos organismos.
Por todas estas razones, los científicos pensaron que sería buena idea agregar esporas de hongos en las plantas en peligro de extinción para ayudarlas a reproducirse. Hasta hoy la experiencia con micorrizas lleva más de 25 años con resultados positivos en los cuales se han duplicado la cantidad de plantaciones. A partir de esto fue que comenzaron a producir cócteles de esporas de hongos para restaurar la biodiversidad.

Más allá de los hallazgos de la ciencia también hay otras iniciativas que tuvieron muchas repercusiones. En otros puntos geográficos, experimentos botánicos generaron impacto positivo y fueron ejemplos de motivación.
El caso de Colombia
Con el propósito de combatir la deforestación en Antioquia, Colombia, se generó un proyecto para recuperar más de 80 especies nativas en peligro de extinción. Del total, 11 ya estaban ingresadas en la categoría de alta amenaza y estos son algunos casos:
- Anibas perutilis (comino crespo)
- Bactris gasipaes (palma chonta)
- Pachira quinata (ceiba tolúa)
- Cariniana pyriformis (abarco)
- Swietenia macrophylla (palma macana).
El operativo estuvo a cargo de la Corporación Ambiental del departamento en cuestión quien dio a conocer esta iniciativa con el propósito de restaurar los ecosistemas.
La metodología consistió en donar nuevos crecimientos para que otros actores colaboren en la propagación.
Así, por ejemplo, participaron las dependencias públicas, sedes de empresas privadas, espacios de organizaciones no gubernamentales, predios disponibles para plantar e instituciones educativas, entre otros.
Se verificó que cada uno de estos aliados estuviesen ubicados en zonas deforestadas y se les pidió colaboración para la causa.
Se trata de una campaña con doble sentido. Por un lado, se accionó de forma concreta para sostener la presencia de las plantas en peligro de extinción en su hábitat natural.
Pero también la propuesta sirvió para crear conciencia ambiental en todos los convocados a participar en la reforestación.
Fue justamente la Universidad de Antioquia quien se involucró con un convenio que dio un marco formal a esta circulación de especies vulnerables.
Al igual que en el caso de la Universidad de Kansas con su incursión con hongos micorrízicos el aporte de la ciencia y de la academia siempre es fundamental.
Gracias al compromiso de los especialistas hoy se renuevan las esperanzas para que las especies en peligro de extinción puedan tener sobrevida en la tierra.