La selva sudamericana y el mundo secreto de los tepuyes

Un pico en lo alto de la selva amazónica brinda a los investigadores la oportunidad de identificar nuevas especies y desvelar los secretos de la evolución. El mayor reto: llegar hasta allí.

Entre las áreas verdes, incluídos bosques y selvas, se destaca este tesoro. 

La importancia de la biodiversidad en las montañas de Pacaraima en Guyana

En las profundidades de la sierra de Pacaraima, en el noroeste de Guyana, se encuentra una de las regiones más remotas y ricas en biodiversidad de Sudamérica. 

Esta zona, dominada por bosques nubosos y montañas tabulares conocidas como tepuis, es un paraíso para los investigadores y conservacionistas. 

Uno de ellos, Bruce Means, un experimentado biólogo medioambiental, ha dedicado gran parte de su vida a explorar esta vasta área en busca de nuevas especies de anfibios y reptiles, especialmente ranas.

Las ranas son esenciales para los ecosistemas tropicales y, en esta región, han evolucionado durante millones de años, dando lugar a una impresionante diversidad de especies. 

Estos anfibios no sólo son vitales para la ecología del lugar, sino que también han sido clave en el desarrollo de importantes avances médicos, como nuevos antibióticos y tratamientos potenciales para enfermedades como el cáncer y el Alzheimer.

Sin embargo, la situación de los anfibios en el mundo es crítica. Desde la década de 1970, se estima que hasta 200 especies han desaparecido, y la deforestación, junto con otros factores, amenaza con extinguir muchas más. 

Guyana, en particular, alberga una biodiversidad que aún no ha sido completamente documentada, lo que convierte a esta región en un foco de atención para los científicos.

El científico experto, a pesar de los desafíos físicos y de la dureza de la selva, sigue convencido de que los bosques de la cuenca del río Paikwa esconden muchos tesoros biológicos por descubrir. 

Guyana, siendo el único país anglófono de Sudamérica y cubierto en su mayoría por selva tropical inexplorada, representa un laboratorio natural donde las especies, tanto conocidas como por descubrir, enfrentan un futuro incierto.

La región de Pacaraima, rica en historia cultural y natural, es también hogar de los pueblos indígenas pemón, que consideran las montañas como sagradas, llamándolas “las casas de los dioses”. 

Con la amenaza latente del cambio climático y la pérdida de biodiversidad, es crucial aumentar los esfuerzos para proteger estos ecosistemas y las especies que dependen de ellos antes de que sea demasiado tarde.

El futuro de la biodiversidad en Guyana es un tema de gran relevancia tanto para la conservación ecológica como para el desarrollo científico. 

Las investigaciones en esta región tienen el potencial de descubrir no solo nuevas especies, sino también soluciones que podrían transformar la medicina moderna. 

Un laboratorio natural de biodiversidad

Las montañas de Pacaraima, en el noroeste de Guyana, esconden tesoros naturales que han atraído a científicos como el biólogo Bruce Means durante décadas. Esta región, con sus imponentes tepuyes, alberga una biodiversidad única que, en muchos casos, solo existe en estos ecosistemas aislados. 

A pesar de que algunos picos son accesibles a través de senderismo, la mayoría está rodeada de escarpados acantilados y espectaculares cascadas, lo que hace que su exploración sea un desafío logístico y físico.

Durante sus expediciones, Means se ha dedicado a buscar bajo las rocas y en hábitats acuáticos en los tepuyes, con la esperanza de encontrar ranas desconocidas que pudieran habitar exclusivamente en estas formaciones geológicas. 

Su trabajo es crucial, ya que los científicos estiman que solo se ha identificado una fracción de las especies de anfibios que existen en el mundo.

Los tepuyes, reliquias del supercontinente Gondwana

Geológicamente, los tepuyes son los restos del antiguo Escudo Guayanés, que formó parte del supercontinente Gondwana hace cientos de millones de años, cuando Sudamérica estaba unida a África. 

Este origen común se refleja en la estrecha relación entre algunas especies endémicas de los tepuyes y las de África Occidental. 

Incluso los diamantes extraídos en los tepuyes son comparables a los que se encuentran en Sierra Leona y Guinea, lo que destaca la continuidad geológica entre estos continentes.

La importancia de las ranas en la evolución de los tepuyes

Los tepuyes no solo son conocidos por su aislamiento, sino también por ser laboratorios naturales de la evolución, como señaló el propio Bruce Means al compararlos con las islas Galápagos, aunque más antiguos y menos estudiados. 

Las ranas, en particular, han seguido distintos caminos evolutivos en estas montañas. La especie Oreophrynella weiassipuensis, descrita por Means tras una expedición en 2012 al monte Weiassipu, es una de las siete especies conocidas del género Oreophrynella

Estas pequeñas ranas tienen adaptaciones únicas que les permiten sobrevivir en este entorno hostil, como enrollarse en una bola para escapar de depredadores al dejarse caer por las pendientes.

Cada una de las especies de Oreophrynella vive en su propio tepui, lo que resalta la importancia de conservar estos ecosistemas aislados, ya que cualquier alteración podría significar la extinción de especies que no se encuentran en ningún otro lugar del planeta.

Los tepuyes de Guyana son más que formaciones geológicas; son ecosistemas únicos que albergan una increíble diversidad de especies, muchas de las cuales siguen siendo desconocidas para la ciencia. 

Las investigaciones de este y otros científicos en esta región no solo ayudan a documentar la biodiversidad existente, sino que también subrayan la necesidad urgente de proteger estos laboratorios naturales de la evolución antes de que sea demasiado tarde.

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