La gestión forestal sostenible es un desafío continuo que requiere la cooperación internacional y la implementación de políticas efectivas a nivel local y global. Argentina avanza con políticas y prácticas que promueven la conservación y uso responsable de sus recursos forestales.
La preservación de los bosques es el norte, pero lo cierto es que muchos países productores de madera como Argentina seguirán utilizando, al menos a corto plazo, los bosques naturales como principal fuente de madera. Si nos enfocamos en que las soluciones deben ser al 100% mañana, perdemos la oportunidad de pensar lo que es posible actualmente para llegar a un horizonte más sustentable. En todos los territorios boscosos.
Sólo unos pocos países obtienen actualmente la mayor parte de su madera de plantaciones forestales y árboles fuera de los bosques.
Por lo tanto, el reto consiste en gestionar los bosques naturales utilizados para la producción de madera de manera que se satisfagan las necesidades económicas y socioculturales, al tiempo que se mantienen y mejoran sus funciones ecológicas y medioambientales.
Promover la gestión forestal respetuosa
La tendencia creciente en muchos países es promover la gestión multiobjetivo de los ecosistemas forestales. Los impactos a largo plazo de las intervenciones de gestión se evalúan a escala local, subnacional y nacional. La identificación y aplicación de criterios e indicadores para la gestión forestal sostenible han reforzado recientemente esta tendencia.
El énfasis en la gestión forestal sostenible ha provocado cambios tanto en los sistemas forestales como en las prácticas de explotación.
En los países que nunca han aplicado este tipo de técnicas, los responsables de las operaciones de tala son cada vez más responsables de las intervenciones previas y posteriores a la tala, que forman parte integrante de la propia tala.
Evolución reciente de la silvicultura. Los cambios en los sistemas silvícolas se están produciendo en todos los tipos de bosque, ya sean templados, boreales, tropicales o subtropicales.
En la zona templada, varios países y grupos de países están elaborando directrices silvícolas para concretar las recientes iniciativas de identificación y aplicación de criterios e indicadores de gestión forestal sostenible.
Las recomendaciones paneuropeas para la gestión forestal sostenible a nivel operativo tratan, por ejemplo, de la regeneración, la elección de sistemas silvícolas, el mantenimiento y la tala, el uso de plaguicidas y herbicidas y la protección de biotipos importantes, zonas vulnerables y lugares de interés histórico, cultural o espiritual.
Las nuevas normas forestales del Reino Unido son un ejemplo de las directrices que pueden elaborar los países en consonancia con las normas paneuropeas.
En los bosques templados y boreales de Norteamérica, los nuevos enfoques de gestión silvícola adoptados a finales de los años 80 y 90 incluyen conceptos como silvicultura sostenible, integridad ecológica, simulación de perturbaciones naturales y gestión de ecosistemas.
Los sistemas silvícolas correspondientes se definen mediante otra serie de expresiones como nueva silvicultura, sistema silvícola de retención variable o corta de mejora. En casi todas las regiones de Canadá y Estados Unidos se han elaborado códigos de mejores prácticas de gestión o prácticas forestales.
Estos códigos, que pueden ser voluntarios o prescritos por leyes y reglamentos, tienen un impacto significativo en la gestión forestal de ambos países.
En los trópicos, algunos indicadores muestran claramente el cambio gradual que se ha producido en las prácticas silvícolas, que reflejan mejor los múltiples objetivos de la gestión forestal sostenible.
El sistema de gestión CELOS 15 , probado sobre el terreno durante varios años en Surinam, ha sido adoptado en otras partes de América Latina y Asia. Indonesia y Nepal, por ejemplo, han desarrollado técnicas de tala progresiva/plantación de enriquecimiento para especies dipterocarpáceas, y Malasia y Uganda se disponen a adoptar el sistema de gestión selectiva.
Recientemente también se ha prestado atención a la mejora de la gestión de los bosques secundarios, en particular los que se han desarrollado en tierras agrícolas, ya sea como barbecho forestal o como resultado del abandono de tierras.
Esfuerzos para mejorar los métodos de gestión forestal
Actualmente se están desarrollando métodos de explotación maderera que mantengan tanto el potencial de producción futuro como los servicios medioambientales que prestan los bosques.
A escala internacional, se están preparando códigos y directrices para una silvicultura respetuosa con el medio ambiente.
Se ha publicado un Código Modelo de Prácticas Forestales y se han elaborado recientemente unas directrices para la tala de efecto limitado en los bosques de dipterocarpáceas de Indonesia.
Los países miembros de la Comisión Forestal de Asia y el Pacífico aprobaron en su decimoséptima reunión, celebrada en febrero de 1998, un Código de Prácticas para la Silvicultura Regional, elaborado para la región de Asia y el Pacífico bajo los auspicios de la Comisión Forestal de Asia y el Pacífico.
Varios países de la región están redactando códigos nacionales basados en el código regional, y se han organizado talleres de formación para su aplicación.
Todo esto sienta precedentes para los países con bosques por proteger ¿qué esperamos para avanzar por este sendero? ¡Es una invitación a cuidar el planeta, y un llamado a la acción!