Los monocultivos forestales destruyen el medioambiente y aceleran el cambio climático en Chile
Los monocultivos forestales tienen múltiples efectos negativos sobre el medioambiente chileno. Así lo ha reafirmado recientemente un estudio llevado a cabo por el Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR2). Las plantaciones de pino y eucalipto que desde hace décadas están reemplazando a los bosques nativos, contribuyen a propiciar incendios, degradar los suelos, generar la pérdida de biodiversidad, acelerar la sequía e incrementar el calentamiento global del planeta.
Hace poco más de 2 años, en junio de 2022, el gobierno chileno aprobó la Ley Marco de Cambio Climático, que excluye a los monocultivos forestales como medida de compensación contra el cambio climático. Esta ley busca alcanzar la neutralidad de dióxido de carbono (CO2) antes de mediados de siglo y para lograrlo incentiva la restauración de bosques nativos.
Esta medida ha sido aplaudida por organizaciones ambientalistas como Greenpeace Chile, que desde hace años lucha por proteger los bosques autóctonos del país. Sin embargo, los gremios y empresarios del sector forestal, que durante décadas han disfrutado de incentivos económicos para expandir sus plantaciones, se han opuesto fervientemente a esta ley.
Los efectos negativos de los monocultivos forestales sobre los recursos hídricos
Desde hace al menos 15 años, Chile viene atravesando la peor sequía de su historia. Esta situación está directamente relacionada con los monocultivos forestales, ya que las plantaciones de pino y eucalipto tienen una mayor evapotranspiración que los bosques nativos, lo que provoca una disminución de los caudales de agua del país.
Para su estudio, el CR2 analizó 25 cuencas forestales ubicadas en la zona centro-sur de Chile. De esta forma descubrió que, a medida que se incrementaba en un 50% el área de cobertura de los monocultivos forestales, se producía una reducción del 18% en el caudal anual de los recursos hídricos de la zona. Esto no solo afectaba a la flora y fauna del lugar, sino también a las comunidades humanas que dependen de este recurso vital para vivir y trabajar.
La relación entre los monocultivos y el aumento de los incendios
Está científicamente comprobado que los monocultivos forestales facilitan la propagación de incendios de gran magnitud. Solo en 2023, el 52% de las áreas quemadas en Chile correspondieron a plantaciones forestales, mientras que solo un 15% pertenecían a bosques nativos.
Y es que, aunque muchos incendios son causados por actividades humanas, la estructura y composición de las plantaciones de pino y eucalipto incrementan la carga de combustible. Los incendios que comienzan en plantaciones forestales luego se extienden hacia los bosques nativos, liberando grandes cantidades de carbono a la atmósfera y degradando los ecosistemas. Además, estos incendios afectan a las comunidades locales, destruyendo propiedades y poniendo en riesgo la vida de cientos de miles de personas.
¿Cómo afecta la tala rasa de la industria forestal a los suelos de Chile?
La tala rasa, tal vez el método de cosecha más utilizado en la industria forestal, tiene consecuencias devastadoras para los suelos. Este proceso deja grandes extensiones de tierra al descubierto, facilitando la erosión causada por la lluvia y el viento. Sin los árboles, arbustos y hierbas que conforman los bosques nativos, no hay nada que intercepte la lluvia, por lo que aumenta la erosión del suelo y el riesgo de que se produzcan desprendimientos de tierra.
Además, la tala rasa produce la pérdida de suelo fértil. La hojarasca y otros materiales en descomposición, habituales en los bosques autóctonos pero no en los monocultivos, son esenciales para la formación del humus, un suelo orgánico nutritivo y fértil. Sin este proceso, el suelo pierde su capacidad de absorción y almacenamiento de agua, lo que agrava la sequía y reduce la productividad agrícola.
Miles de hectáreas de bosque nativo perdidas a manos de la industria forestal
Entre 2001 y 2019, Chile perdió la alarmante cifra de ¡450 mil hectáreas de bosque nativo! Un 38 por ciento de ellas fueron reemplazadas por plantaciones de pino y eucalipto. Este cambio impacta directamente sobre la biodiversidad y la capacidad de captura de carbono de los ecosistemas naturales. Un bosque nativo es un sistema complejo donde diversas especies de plantas, animales, hongos y bacterias interactúan entre sí.
Los monocultivos forestales, en cambio, son plantaciones de árboles exóticos como pinos y eucaliptos, cultivados en filas uniformes sobre suelos despejados y abonados artificialmente. Y aunque las plantaciones forestales capturan CO2, también liberan grandes cantidades de carbono durante procesos como la tala rasa y los incendios forestales.
Es por eso que el Ministerio del Medio Ambiente ha destacado que, a diferencia de los bosques nativos, las plantaciones forestales son una fuente neta de carbono. Sin embargo, del dicho al hecho hay un gran trecho. La implementación efectiva de la Ley Marco de Cambio Climático requiere el compromiso de todos los sectores de la sociedad.
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