Durante los últimos 17 años, la provincia del Chaco perdió más de 485 mil hectáreas de bosques nativos. Pero aunque esta cifra está a la vista de todos en los registros oficiales del Ministerio de Medioambiente de la Nación, una nueva actualización del Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos (OTBN) podría permitir que, en un futuro cercano, la provincia pierda más del doble de ese territorio de forma “legal”.
De acuerdo con información provista por la organización ecologista Greenpeace Argentina el proyecto de ley 423/2024, sancionado a fines de abril, no solo pondría en riesgo inminente a enormes áreas de bosque chaqueño, sino que además dejaría desprotegidos corredores de conservación vitales para especies amenazadas como el yaguareté.
Por si esto fuera poco, los miembros de la organización ambientalista destacan que en ninguna etapa del proceso de actualización de las categorizaciones de las áreas boscosas se tomó en cuenta la palabra de las comunidades indígenas que las habitan y dependen de ellas para su supervivencia y desarrollo.
Los bosques nativos de Chaco, cada vez más lejos de la Deforestación Cero
Las recategorizaciones propiciadas por el gobernador chaqueño Domingo Peppo durante su gestión, que fueron respaldadas por el proyecto de ley 423/2024, permitirían el desmonte legal de más de un millón de hectáreas de bosques nativos, un 200% más del territorio que ya ha sido deforestado y desmontado para ser utilizado por las industrias agrícolas y ganadera.
Teniendo en cuenta el alto nivel de deforestación que ha padecido la provincia en las últimas tres décadas, no quedan dudas de que existe una enorme contradicción entre las políticas provinciales y los compromisos internacionales de Deforestación Cero para el año 2030 asumidos por el país durante la Cumbre Climática de Glasgow, hace tan solo 2 años.
Leyes que no se cumplen, bosques que desaparecen
La Ley de Bosques fue sancionada en el año 2007 para proteger los bosques nativos del país. Y a mediados de octubre de 2020, en plena pandemia, la justicia chaqueña prohibió los desmontes por la falta de actualización de su OTBN. Sin embargo, durante los siguientes 4 años, se siguieron deforestando hectáreas de modo ilegal.
Solo durante 2023, a través del monitoreo satelital se detectaron más de 57 mil hectáreas deforestadas. Y si bien la ley estipula sanciones económicas a quienes la incumplen, los montos son irrisorios y muchas de las empresas involucradas prefieren pagarlas y sumarlas a sus presupuestos finales.
Pero este ritmo de destrucción no solo es insostenible para los ecosistemas locales, sino que pone en riesgo los esfuerzos globales que los países firmantes del COP 16 se comprometieron a realizar para combatir el cambio climático.
¿Qué es el principio de no regresión ambiental?
La rezonificación propuesta en la actualización del OTBN del Chaco va en contra del principio de no regresión ambiental, algo prohibido por las leyes nacionales. Este principio establece que no se deben dar pasos atrás en materia de protección ambiental. Sin embargo, la nueva propuesta reclasificó áreas actualmente protegidas como Categoría II (amarillo) a Categoría III (verde), dando luz verde para que sean desmontadas.
Estas áreas habían sido establecidas como corredores de conservación y zonas de amortiguamiento para parques y reservas naturales como el Parque Nacional Copo, la Reserva La Pirámide y la Reserva Provincial Loro Hablador. Desprotegerlas pone en riesgo la supervivencia de grandes mamíferos como el yaguareté y viola los criterios de sustentabilidad ambiental establecidos por la Ley Nacional de Bosques.
Los indígenas, nuevamente discriminados
Uno de los aspectos más críticos del proyecto de ley 423/2024 es la falta de participación de los pueblos originarios en la elaboración de la nueva zonificación. Ninguno de los talleres de debate fueron realizados en sus territorios, ni traducidos a sus idiomas originarios (uno de los requisitos esenciales para cumplir con la consulta libre, previa e informada establecida en tratados internacionales firmados por Argentina).
Su exclusión de la toma de decisiones no solo viola sus derechos, sino que vuelve ilegítimo el proceso de actualización. Es fundamental que el conocimiento profundo que estas comunidades tienen con los bosques sea tenido en cuenta si realmente se quiere lograr el manejo sustentable y la conservación de estos recursos naturales. El futuro de los bosques chaqueños y del planeta en su conjunto, dependen de ello.