Un parque nacional toma forma en Argentina mientras desaparece el bosque

Creado oficialmente en octubre de 2014, el Parque Nacional del Impenetrable de Argentina se abrió parcialmente al público a principios de 2018. El parque alberga unas 600 especies de vertebrados, incluidos jaguares y osos hormigueros gigantes ¿peligra?

Los bosques son sagrados, los conservacionistas no comprenden que haya grupos que así no lo vean pero, al parecer, muchos de los grupos de poder parecen no tomar dimensión acerca de este asunto. 

Las organizaciones conservacionistas y la Administración de Parques Nacionales de Argentina tienen previsto reintroducir en el parque ciervos de los pantanos, que se han visto abocados a la extinción local en la mayor parte de su área de distribución argentina, pero ¿serán apoyados?

Argentina: en vilo por sus bosques

El Parque Nacional del Impenetrable está situado en la ecorregión semiárida del Gran Chaco. 

El Chaco es una de las zonas más deforestadas del planeta, ya que ha perdido más de 2,9 millones de hectáreas de bosque entre 2010 y 2018. 

Argentina alberga el 60% del Chaco, pero es el lugar donde se concentra el 80% de la deforestación, ya que los agricultores talan cada vez más tierras para dedicarlas a la ganadería y la soja.

Los funcionarios del parque dicen que la caza también está pasando factura a la vida silvestre, y las imágenes satelitales revelan que un incendio forestal quemó más de 1.000 hectáreas de bosque del parque a finales de 2019.

Dos ñandúes de Darwin -Rhea pennata es su nombre real- corren a toda velocidad entre los arbustos espinosos y los altos pastizales que cubren una antigua cuenca fluvial y llanura aluvial cerca del río Bermejo, en Argentina. 

Los ñandúes se detienen al unísono durante unos segundos, como si esperaran que el conductor del todoterreno abandonara su territorio. Luego giran a su derecha y desaparecerán en la espesura.

A medida que avanza la mañana, el sol pega sin piedad en el Parque Nacional del Impenetrable, en el extremo norte de Argentina, y el termómetro no tarda en marcar 41 grados Celsius. 

A esta hora, los ñandúes de Darwin son los únicos que se atreven a desafiar al calor. 

Aunque la temperatura no está al máximo -en pleno verano, las temperaturas pueden superar los 50 grados (122 Fahrenheit)-, es suficiente para abrumar a los visitantes de la ciudad climatizada. 

El calor en esta zona es engañoso, es seco y aunque no notemos nuestra transpiración, te puedes deshidratar rápidamente, cuenta uno de los guardaparques.

“Impenetrable“ es el nombre histórico que recibe la vasta porción árida y semiárida del Gran Chaco, que ocupa alrededor del 20% de la superficie de Argentina. 

Se le dio ese nombre por dos razones: su densa maleza y su escasez de agua. Cuando la Administración de Parques Nacionales del país reclamó la propiedad de una zona de antiguas tierras de cultivo para transformarla en área protegida en 2014, las autoridades locales decidieron darle el mismo nombre. 

Las 130.000 hectáreas del parque se encuentran en una franja de tierra que discurre entre los ríos Teuco/Bermejo y Bermejito, donde convergen las zonas semiáridas y húmedas del Chaco.

Desde el momento de su creación, el Parque Nacional del Impenetrable ha estado en el centro del debate. 

El interés científico y los esfuerzos de conservación se enfrentan a las expectativas turísticas y económicas a medida que el parque se establece lentamente. 

La expansión de la frontera agrícola que amenaza gran parte del Gran Chaco no es ajena a la zona, con ranchos que se acercan cada vez más al parque y a la fauna que vive en él.

Un parque aún en desarrollo

Un árbol de hilo de seda -Ceiba speciosa-  sorprende en una curva de la única carretera abierta al público en el parque. 

Un pequeño bosque de itines, una especie de leguminosa sudamericana, ofrece un refugio sombreado, y luego aparecen arbustos de algarrobo y árboles de madera dura blanca y roja llamados quebrachos. La llanura árida da paso al bosque.

En los años setenta, los hermanos Luis y Manuel Roseo compraron la propiedad a la acaudalada familia Born. 

En 1984 murió Luis, y Manuel no tenía dinero suficiente para poner en marcha la gran empresa agrícola que planeaban. La tierra quedó en barbecho y el paso del tiempo restauró muchas de las partes que habían sido cultivadas.

Pero sin ayuda, la recuperación de la tierra sólo podía llegar hasta cierto punto. Lejos de miradas indiscretas, los cazadores furtivos cazaban en la tierra, los leñadores talaban sus árboles y los ganaderos dejaban que su ganado hozara su vegetación de lento crecimiento.

El futuro de la propiedad cambió abruptamente al amanecer del 13 de enero de 2011. Tres hombres irrumpieron en la casa de Manuel Roseo a 100 kilómetros de distancia, en Juan José Castelli, lo torturaron y lo mataron. 

Presuntamente lo hicieron tras no conseguir comprar fraudulentamente su propiedad. Los herederos de Roseo acordaron entregar la tierra a la Administración de Parques Nacionales; la transacción fue financiada por Conservation Land Trust y la Fundación Wyss.

Creado oficialmente en octubre de 2014, el Parque Nacional del Impenetrable se abrió parcialmente al público a principios de 2018. Los postes de las vallas sobresalen del suelo como centinelas alienígenas, recordatorios de lo que la tierra fue una vez. Aún queda trabajo por hacer.

Los estamos retirando poco a poco; llevará algún tiempo, dice un guardaparques que está pasando el tramo final de su carrera en el parque.

“Paralelamente, estamos trabajando para montar las estructuras básicas de control y vigilancia y aumentar la capacidad de las zonas de uso público“, dice el jefe del parque. 

Actualmente, sólo hay un punto de entrada al parque. Faltan infraestructuras básicas, como viviendas para que los guardaparques puedan vivir permanentemente dentro del parque y puestos de vigilancia a lo largo del río Bermejo. 

Tampoco hay ningún tipo de servicio disponible para quienes deseen visitar el parque. Los senderos existentes tienen una extensión limitada y no están abiertos durante la temporada de lluvias, en la que no hay personal. Aun así, el Parque Nacional del Impenetrable atrae cada año a más visitantes.

En cuanto a flora y fauna, la zona tiene casi todo lo que debe tener un área protegida de la región. 

Puede que el Impenetrable no tenga grandes atractivos de postal, como las cataratas del Iguazú o el glaciar Perito Moreno, pero tiene otros atractivos, como la observación de aves y otras cosas de interés científico.

Continúa…

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