La crisis pone a prueba la agricultura ecológica

Las crisis económicas desafían al sector de agricultura ecológica pero pese a los obstáculos, aparece la opción de transformar los malos momentos en desafíos a superar

La agricultura ecológica sufre, en este momento económico, un revés sin precedentes. 

Una crisis económica que se extiende a todos los actores del sector, con el telón de fondo de una crisis de confianza de los consumidores, que han abandonado los pasillos de productos ecológicos en favor de los pasillos anti-inflación.

El movimiento de agricultores es incipiente pero ya se ve afectado aunque tomó impulso recién en enero de 2024. 

Por su puesto, fueron ellos los que pusieron de manifiesto el enfado y la fragilidad económica de las explotaciones agrícolas en Argentina.

La agricultura ecológica es uno de los sectores más sacudidos por una crisis profunda y generalizada que afecta a la mayoría de los actores, tanto agricultores como distribuidores. 

Sin embargo, el mercado de los productos ecológicos ha estado en racha durante la última década. 

Impulsados por agricultores comprometidos y una pequeña parte de la población preocupada por su salud y la del medio ambiente, los productos que llevan la etiqueta de Agricultura Ecológica y lograron figurar en gran número en los estantes de los supermercados. 

El año 2021, punto de inflexión para los alimentos ecológicos

En una década, el mercado ha pasado de 3.700 millones de euros a más de 13.000 millones en 2020 también en Europa, en donde la agricultura ecológica representa actualmente 2,8 millones de hectáreas cultivadas y más de 60.000 explotaciones francesas (2022), es decir, el 14% del total de explotaciones. 

Países como Francia son ahora el segundo mercado europeo después de Alemania según el Departamento de Estudios y Previsiones Económicas del organismo nacional de la red de Cámaras de Agricultura.

Sin embargo, también allí el fuerte crecimiento anual de los productos ecológicos comenzó a ralentizarse en 2017.

El año Covid marcó un pico en los volúmenes vendidos, y 2021 fue el punto de inflexión. El mercado de productos ecológicos perdió 755 millones de dólares en ventas en promedio en cada país. 

En 2021, el mercado de productos ecológicos experimentó una caída del consumo del 1,3%, antes de experimentar un nuevo descenso, más pronunciado, del 4,6% en 2022, seguido de una caída del 2,7% en el primer semestre de 2023. Todos los productos alimenticios se ven afectados por esta crisis (leche, carne, cereales), a excepción de las bebidas alcohólicas, que suben un 2%. 

Agricultura ecológica: entre la inflación y la pérdida de confianza

La primera explicación de esta crisis reside en el choque inflacionista de países disímiles como Argentina y Francia, por ser los mencionados. 

El barómetro 2023 de los estudios recientes muestran que el precio sigue siendo el principal obstáculo a la compra para el 71% de los encuestados. 

Los productos ecológicos siguen siendo entre un 20% y un 30% más caros que sus equivalentes convencionales. La agricultura ecológica requiere más mano de obra y suele producir menos. 

Aunque haya menos costes ocultos (salud, contaminación), estos costes adicionales se repercuten en el resto de la cadena, incluidos los consumidores.

El barómetro también señala la falta de confianza de los consumidores en los productos ecológicos. 

Un tercio de los habitantes de estos países afirman saber qué significa realmente la etiqueta AB, mientras que el 61% de los encuestados cree que lo ecológico es sobre todo marketing. 

Y esto en un momento en que cada vez hay más literatura científica sobre los beneficios para la salud y el medio ambiente de la agricultura ecológica. 

Esta caída del consumo ha provocado una retirada progresiva de los productos ecológicos de las estanterías de los supermercados en favor de las secciones “anti-inflación“. 

Algunos estudios señalan que la oferta de productos ecológicos cayó un 13,4% entre marzo de 2022 y marzo de 2023, debido principalmente a la exclusión de las listas (cese de ventas) de determinados productos ecológicos certificados. Esto también ha provocado un descenso de los volúmenes comprados.

¿Los consumidores vuelven a los minoristas especializados en productos ecológicos? 

El círculo vicioso, sea que los cultivos sean provenientes de los bosques como en el caso de frutos rojos, o de campos agricultores ecológicos, se pone en marcha: los consumidores dejan de comprar, los productos desaparecen de las estanterías y las explotaciones se quedan con excedentes que venden a menor precio o tiran a la basura. 

Los minoristas ecológicos están cerrando sus puertas. En 2022, se contabilizaron más de 200 cierres de tiendas, frente a sólo 111 aperturas. 

Poco a poco, vamos viendo un retorno de los clientes, con un aumento de la afluencia, con un crecimiento global del 2,3%. Si hablamos en términos de volumen, es tímido, pero volvemos a una tendencia al alza y esto es alentador. 

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