Por qué son importantes los bosques
Repasamos algunos buenos motivos para cuidar, preservar y atesorar los bosques: ¡es hora de actuar!
Los bosques son fuente de ingresos y empleo
El valor económico de los servicios que prestan los árboles del mundo se estima en 16.200 millones de dólares. También proporcionan empleo a más de 13 millones de personas.
Además de proporcionar agua y aire limpios, estos servicios incluyen muchos productos esenciales, como madera (para la construcción, muebles, papel y energía), resinas, fruta, miel, ingredientes para medicamentos, cosméticos y detergentes, por no mencionar el sector turístico.
Incluso hoy en día, alrededor de un tercio de la población mundial depende de los bosques y los árboles para sus necesidades diarias, especialmente para cocinar y calentarse.
Los bosques albergan el 80% de toda la biodiversidad terrestre
Animales, plantas, hongos y bacterias prestan servicios esenciales para la naturaleza y la supervivencia humana. También tienen un valor económico incalculable.
Los bosques son vitales para nuestra salud
Como guardianes de la biodiversidad de la Tierra, los árboles son una reserva de plantas medicinales e ingredientes necesarios para fabricar medicamentos.
Casi el 75% de los medicamentos más recetados contienen componentes derivados de los bosques. Por no hablar del efecto curativo del agua y el aire puros y de los beneficios de los paseos por el bosque.
Los bosques nos proporcionan oxígeno
Un árbol de hoja caduca maduro produce suficiente oxígeno para entre 2 y 10 personas. Sin oxígeno, la vida tal como la conocemos es imposible.
Aunque el plancton de las plantas oceánicas proporciona al menos la mitad del oxígeno del mundo, los bosques también desempeñan un papel clave.
Los bosques proporcionan el 75% del agua dulce en todo el mundo
Donde crecen los árboles, el agua de lluvia se infiltra más fácilmente en las profundidades del suelo. De esta forma abastece aguas subterráneas, manantiales y ríos.
A grandes altitudes, los bosques nubosos pueden capturar la humedad de la niebla y las nubes.
Los bosques regulan las precipitaciones en todo el mundo
El mantenimiento de patrones normales de precipitación depende en gran medida de los bosques.
No sólo porque permiten la evaporación de una gran cantidad de agua, sino también porque liberan partículas biológicas como pólenes y esporas de hongos, que sirven como núcleos de condensación para la formación de gotas de agua o cristales de nieve.
Los bosques costeros atraen el aire húmedo de los mares y lo transportan hacia las tierras interiores más secas. Los efectos se pueden observar a miles de kilómetros de distancia. Por tanto, los bosques son esenciales en estos tiempos de cambio climático, en los que los períodos de sequía son cada vez más largos y numerosos.
Los árboles y los bosques son acondicionadores de aire naturales
Bajo las copas de los árboles la temperatura es notablemente más baja que en los espacios abiertos o en la ciudad.
De hecho, los árboles utilizan la energía solar para permitir que la humedad se evapore. Un solo árbol tiene un efecto refrescante similar al de los acondicionadores de aire en dos hogares promedio.
Como resultado, la temperatura de la superficie de las zonas boscosas puede ser hasta 20°C más baja que la de los edificios o la del asfalto de las carreteras.
Los bosques frenan el calentamiento global
Los bosques son las mayores reservas de carbono, después de los océanos. Cuantos más bosques hay, menos CO2 hay en la atmósfera y menor es el calentamiento de la tierra.
Estos beneficios se suman al efecto refrescante natural de los bosques. Alrededor del 18% del calentamiento global actual se debe a la pérdida de bosques.
Los bosques nos protegen de los desastres
Hay menos inundaciones en las zonas boscosas, en parte porque un volumen mucho mayor de agua se filtra al suelo durante las fuertes lluvias. Por tanto, esta agua no desemboca directamente en los ríos.
Los bosques de manglares protegen las costas de los tsunamis y también limitan el riesgo de deslizamientos de tierra, avalanchas y tormentas de arena.
Los bosques y los árboles nos proporcionan un suelo fértil
Gracias a los bosques, durante las precipitaciones se escurren menos partículas de suelo fértil. Las raíces de los árboles transportan nutrientes desde las profundidades del suelo hasta la superficie. Las hojas muertas nutren el suelo y la vida que allí abunda.
¿Hacen falta más razones para cuidarlos?
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