La biodiversidad y los bosques de Colombia enfrentan la peor de las amenazas: una terrible ola de incendios forestales. De acuerdo a cifras provistas por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM), el número de municipios en alerta roja por estas catástrofes ambientales han aumentado casi un 400% durante el mes de enero.
Si bien parte de este incremento se debe al comienzo de la temporada seca, los expertos explican que se ha visto exacerbado por el fenómeno de El Niño. Este evento climático provoca un aumento de las temperaturas en el océano Pacífico que genera las condiciones propicias para que se produzcan sequías y fuegos descontrolados en el territorio colombiano.
El presidente Gustavo Petro ya ha anunciado la emergencia nacional en las regiones más afectadas, que podrían enfrentarse a problemas como escasez de agua, incendios y sequías prolongadas. Además, ha advertido que, como consecuencia del cambio climático, el 2024 podría ser el año con temperaturas promedio más altas de la historia de la humanidad.
¿Cuáles son las zonas más afectadas por los incendios forestales?
La lista de departamentos colombianos con el mayor número de alertas rojas por incendios forestales está encabezada por Boyacá, Cundinamarca, Santander y Meta. De hecho, la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Susana Muhamad, ha subrayado que las zonas de alta montaña son las más vulnerables a las condiciones climáticas generadas por El Niño.
En la actualidad, la región de la Orinoquía concentra el 60% de los puntos de calor registrados, lo que pone a las zonas rurales en estado de alerta máxima. Las proyecciones del IDEAM también consideran que las principales ciudades del país, como Bogotá podría ver afectada la calidad del aire y padecer heladas en la sabana.
Ante este dramático escenario la comunidad científica y los expertos de organizaciones ambientalistas como Greenpeace han destacado la importancia de que la población entienda que estos fenómenos se ven intensificados por el calentamiento global. Por este motivo es primordial detener el círculo vicioso que se genera, incentivando la transición hacia fuentes de energía renovables que contribuyan a combatir el cambio climático.
¿Cómo influye El Niño en la crisis climática que atraviesa Colombia?
El aumento del 390% en el número de municipios que ahora mismo están padeciendo incendios forestales es una consecuencia directa de la influencia de El Niño en las temperaturas que normalmente enfrenta Colombia durante la temporada seca. De acuerdo con los meteorólogos, estas condiciones podrían extenderse hasta el mes de mayo en gran parte del territorio.
Los efectos inmediatos que enfrentarán las comunidades afectadas serán una disminución sensible en la calidad del aire y un aumento exacerbado de las temperaturas que seguramente continúe generando incendios en los bosques nativos. Como resultado, muchos de los habitantes de estas zonas pueden padecer alergias y enfermedades respiratorias como asma y/o EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica).
Pero además, los expertos anticipan una tercera consecuencia negativa: grandes pérdidas económicas. Esto se debe a que el calor extremo y la merma en las lluvias de la región tendrán secuelas terribles en los cultivos y otras actividades de subsistencia como la pesca.
Por otro lado, los científicos prevén que una vez que El Niño haya finalizado, la acumulación de gases contaminantes en la atmósfera provocada por los incendios forestales continuarán influenciando las temperaturas. Asimismo, el fuego tendrá alcances negativos en los niveles de humedad y la salud del suelo, retrasando los plazos de recuperación de la flora y fauna en las regiones afectadas.
El grave problema del agua
En medio de la crisis climática que atraviesa el planeta, el fenómeno de El Niño llega para resaltar las verdaderas prioridades de Colombia. Las autoridades nacionales han enviado un mensaje a concejales y gobernadores para que se preparen para los posibles daños que puede enfrentar el país como consecuencia del aumento de la temperatura.
El agua es un elemento fundamental para el desarrollo de la vida. Es por eso que el gobierno debe tomar medidas urgentes que ayuden a mitigar los impactos de los incendios forestales en las regiones que más sufrirán la falta de este recurso vital. Solo a través de estrategias que mejoren su gestión y distribución será posible atravesar estos eventos climáticos extremos y los que inevitablemente quedan por venir.