Seguimiento de la degradación forestal según la deforestación de la UE- segunda parte

Este artículo es la segunda parte de una serie de dos, y explora cómo los datos pueden ayudar a supervisar la degradación de los bosques

Otras definiciones de degradación forestal

Aunque el reglamento menciona los “cambios estructurales del bosque”, su definición de degradación se limita a los cambios de un tipo de bosque a otro. 

Otras definiciones de degradación son mucho más amplias y pretenden evaluar la calidad del bosque, o su capacidad para prestar servicios ecosistémicos como el almacenamiento de carbono.

Se econoce que definir la degradación es difícil, pero que implica “una reducción o pérdida de la productividad biológica o económica y de la complejidad de los ecosistemas forestales que tiene como resultado la reducción a largo plazo del suministro global de beneficios de los bosques, que incluye la madera, la biodiversidad y otros productos o servicios”. 

Una reciente evaluación examina el estado y las tendencias relacionadas con la salud de los ecosistemas forestales y la fragmentación de los bosques como indicadores de la degradación forestal.

Por lo general, los enfoques para medir la degradación forestal son indirectos y utilizan indicadores sustitutivos, como la integridad (o medidas relacionadas como la conectividad y la fragmentación), las reservas de carbono, la frecuencia de los incendios forestales y la eliminación parcial de la cubierta de copas. 

Muchas veces estos indicadores indirectos se desarrollan a partir de lo que pueden detectar los datos por satélite. 

Por ejemplo, el Global Forest Review del WRI proporciona información basada en indicadores indirectos de la degradación forestal: alteración de la cubierta vegetal, incendios forestales e integridad.

Otros indicadores están relacionados con el grado en que los bosques se gestionan de acuerdo con los principios de sostenibilidad. 

Pueden incluir la heterogeneidad del bosque en términos de edad, especies y tamaño de la masa (o tamaño de la tala), y funciones del ecosistema como la biodiversidad, y funciones socioeconómicas, protectoras y productivas. Los indicadores propuestos como parte de la Ley de Restauración de la Naturaleza de la UE son útiles en este contexto, como la proporción de bosques con una estructura de edad desigual, la conectividad de los bosques y el índice de aves forestales comunes.

Dado que muchas medidas de la calidad y la función de los bosques son difíciles de medir sistemáticamente en grandes áreas, se está trabajando para desarrollar algunos indicadores adicionales de la degradación, basados en indicadores como la conectividad y la biomasa, que los datos por satélite puedan medir y que puedan utilizarse para evaluar los cambios a lo largo del tiempo. 

Esta información será crucial para identificar dónde se debe actuar para proteger y restaurar los bosques en declive o amenazados.

Aunque las definiciones de los tipos de bosque del reglamento se basan en general en las definiciones estandard, la definición de degradación es específica de la EUDR, ya que la FAO no utiliza una única definición de degradación. 

La definición de la EUDR difiere de otras definiciones de degradación, que tienden a centrarse en una reducción de la calidad o salud de los bosques más que en un cambio estructural de un tipo de bosque a otro. 

La información sobre la calidad y la salud de los bosques no se considera parte de la EUDR, pero puede proporcionar una visión más matizada del estado de los bosques del mundo.

Hay dos escenarios que son relevantes desde la perspectiva del seguimiento:

En primer lugar, la conversión de bosque primario o en regeneración natural a un tipo que dé lugar a degradación o deforestación tiene lugar entre 2020 y la evaluación de diligencia debida.

La tala de madera, los incendios, la plantación de árboles y otras actividades pueden dar lugar a ese cambio de tipo de bosque. La madera talada procedente del tipo de bosque o terreno resultante no puede comercializarse en el mercado de la UE. Esto incluye la conversión a la agrosilvicultura (como los silvopastos) donde se cosecha madera, lo que se consideraría deforestación.

En segundo lugar, y más complicado, es cuando aún no se ha producido ninguna conversión. Sin embargo, la tala y las actividades relacionadas podrían dar lugar a la conversión a uno de los tipos de bosque que se considerarían degradación, o la conversión podría retrasarse tras la tala. 

Este reto (que se analiza más adelante) consiste en que la degradación no siempre es observable en el momento de la tala y de las evaluaciones de diligencia debida y puede tardar años en detectarse. Los operadores deben utilizar los mejores datos disponibles en el momento de la diligencia debida para determinar si la madera puede comercializarse en la UE o no. No hay expectativas de predecir el futuro, lo que significa que la degradación retardada tras la tala no será captada por el proceso de diligencia debida.

Uso de los datos para evaluar la degradación 

Los datos de GFW pueden utilizarse para apoyar las evaluaciones de degradación: 

Algunos ejemplos

1. Identificación de bosques primarios y bosques de regeneración natural como base para medir el cambio

Varias capas de datos del GFW pueden ser útiles para identificar los bosques primarios. En el caso de los trópicos, se dispone de la extensión de los bosques primarios en 2001, que muestra la cubierta de bosques tropicales húmedos naturales maduros que no han sido completamente talados y repoblados en la historia reciente. 

Esto coincide en gran medida con la definición del reglamento de bosques de especies autóctonas sin indicios claramente visibles de actividades humanas. Los usuarios pueden elaborar un mapa aproximado de bosque primario para 2020 eliminando la pérdida de cubierta arbórea entre 2001 y 2020. 

La pérdida de cubierta arbórea capta las perturbaciones naturales, lo que significa que algunos bosques primarios quedarán excluidos, pero, en general, estas pérdidas naturales no suelen representar una gran proporción de la pérdida.

A escala mundial, el Mapa de Tierras Naturales de la Red de Objetivos Científicos (SBTN) proporciona una aproximación conservadora de los bosques primarios y su regeneración natural.

Este mapa se basa en mapas de bosques primarios, como la capa de paisajes forestales intactos de GFW y la base de datos europea de bosques primarios, que forman parte de la capa de clases de bosques naturales. 

La clase de bosque natural se ajusta en gran medida a las definiciones de bosque primario y de regeneración natural de la EUDR, y se basa en zonas con una cubierta arbórea igual o superior a 5 metros de altura que abarcan más de 0,5 hectáreas, y excluye las plantaciones, los árboles en zonas urbanas y algunos paisajes agrícolas. Sin embargo, el reglamento reconoce que es difícil distinguir entre tipos de bosque, lo que significa que la alineación es difícil de determinar.

Los usuarios deben ser prudentes y conservadores a la hora de evaluar la posible conversión de estas zonas tras la extracción de madera. 

No obstante, en el futuro, se pretende albergar un mapa global de bosques primarios para alinearse mejor con los requisitos del EUDR.

2. Identificación de bosques plantados, plantaciones y otras tierras arboladas

Para determinar si se han producido conversiones prohibidas, quienes lleven a cabo evaluaciones de diligencia debida deben ser capaces de identificar los bosques plantados, las plantaciones y las OWL.

La capa de plantaciones arbóreas de GFW, basada en la Base de Datos Espacial de Árboles Plantados, proporciona la ubicación de las plantaciones y los bosques plantados en determinados países de todo el mundo. 

Aunque el conjunto de datos tiene un horizonte temporal aproximado de 2015, se actualiza periódicamente a medida que se dispone de nuevos datos, incluidos algunos de 2020 o posteriores. 

A veces se dispone de información como la fecha de establecimiento de la plantación, que puede servir de apoyo a las evaluaciones de conversión. Las plantaciones y los bosques plantados quedan fuera de la capa de clases de bosque natural del Mapa SBTN.

Otras tierras arboladas desde 2020 son más difíciles de aislar utilizando los datos de GFW. La capa de clase de bosque natural del Mapa SBTN -y los datos de altura de la cubierta arbórea de la Universidad de Maryland y disponibles en GFW en los que se basa- sólo incluye la cubierta arbórea con una cubierta de copas superior al 23% aproximadamente. 

Sin embargo, los datos sobre la densidad de la cubierta de copas, disponibles para 2000 y 2010 (con 2020 previsto en el futuro) podrían utilizarse para identificar específicamente zonas por debajo del 10% y, por tanto, podrían identificar OWL que tienen cubierta arbórea (OWL puede incluir zonas como matorrales sin árboles).

3. Seguimiento de la conversión de bosques primarios y de regeneración natural

En virtud de la EUDR, se puede extraer madera de los bosques primarios y de los que se regeneran de forma natural. 

Sin embargo, para evitar cambios estructurales que cuenten como degradación, se debe permitir que los bosques primarios se regeneren de forma natural y, posteriormente, los bosques que se regeneran de forma natural se pueden replantar pero no se pueden convertir en plantaciones ni en OWL.

La pérdida anual de cubierta arbórea a partir de 2021 y las alertas de perturbaciones forestales en tiempo casi real para los trópicos pueden ser indicadores de la explotación maderera. 

La pérdida anual de cobertura arbórea muestra grandes áreas de tala, como los claros, con una resolución de 30 metros, y los datos en tiempo casi real, disponibles con una resolución de 10 metros, pueden identificar mejor actividades como la tala selectiva.

Aunque se permiten diferentes niveles de tala de madera (desde la tala rasa hasta la tala selectiva) siempre que no se haya producido un cambio del tipo de bosque, en muchos casos, los bosques que han sido talados selectivamente tienen más probabilidades de regenerarse de forma natural que las talas rasa. Las zonas en las que se detecten talas pueden investigarse más a fondo para determinar si se está produciendo un rebrote.

Las evaluaciones visuales de imágenes de satélite de alta resolución, como las de Planet y disponibles en GFW, pueden utilizarse para identificar si se está produciendo una conversión a otro tipo de bosque. 

Las amenazas para los bosques primarios

Dado que la definición de degradación y los requisitos de seguimiento de la EUDR no abarcan muchos otros indicadores de degradación ampliamente utilizados y relacionados con la salud y la calidad de los bosques, uno de los principales motivos de preocupación es que se permita la tala de madera de los bosques primarios (siempre que se evite la definición específica de degradación de la EUDR), pero que ello provoque una pérdida de bosques primarios, ya que éstos no deberían tener “indicios claramente visibles de actividades humanas”. 

La conversión de estos bosques es objeto de numerosas normativas internacionales que tratan de evitar la pérdida irreversible de estos valiosos hábitats.

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