Los bosques emergen como actores cruciales en el enfrentamiento al cambio climático, revela un estudio reciente de la Global Forest Biodiversity Initiative (GFBI) publicado en Nature. Esta investigación, liderada por un grupo de científicos de renombre, destaca que los bosques bien conservados tienen la capacidad de retirar hasta el 30% del CO2 acumulado en la atmósfera, aproximadamente 226 gigatoneladas (Gt). No obstante, este potencial está estrechamente ligado a la necesidad imperiosa de reducir las emisiones globales de manera contundente.
El equilibrio entre conservación y reducción de CO2
El profesor Sergio de Miguel, de la Universidad de Lleida, enfatiza que la efectividad de la captura de carbono por parte de los bosques está condicionada por la reducción drástica de emisiones. Alerta sobre las consecuencias devastadoras que el cambio climático puede ocasionar en estos ecosistemas si no se reducen las emisiones, haciendo hincapié en la importancia de no usar los bosques como excusa para la inacción ante el cambio climático.
Bioeconomía: clave en la sostenibilidad de los bosques
El estudio resalta dos enfoques para lograr la captura del 30% de CO2: la conservación de los bosques existentes (61%) y la restauración de bosques degradados (39%). De Miguel insiste en la importancia de gestionar los bosques de manera sostenible, promoviendo su función como motores del desarrollo sostenible local. La “bioeconomía” se erige como un concepto clave: no se trata solo de conservar, sino de impulsar el desarrollo humano a través de la sostenibilidad forestal.
Reto social: restauración y compromiso comunitario
El estudio recalca que la restauración de ecosistemas es un desafío social fundamental que va más allá de la conservación. Thomas Crowther, director del estudio, hace un llamado a redefinir el concepto de restauración: no se trata solo de plantar árboles para compensar emisiones, sino de apoyar económicamente a comunidades y agricultores comprometidos con la biodiversidad. Destaca que el compromiso de las comunidades locales y las organizaciones ambientalistas, como Greenpeace, es esencial para la captura efectiva de carbono por parte de los bosques.