Pueblos indígenas: lucha por el medio ambiente

Los bosques y reservas naturales en donde viven los pueblos indígenas deberían ser tema de reflexión si hablamos de conservación no solamente cultural sino medioambiental Repensamos el tema en este artículo.

Indian from the Pataxó tribe, with feather headdress. Elderly Brazilian Indian looking to the right

Cada año, decenas de activistas medioambientales de pueblos indígenas son asesinados por luchar contra grandes proyectos industriales responsables de la destrucción de sus tierras. 

Esta lucha, extremadamente desigual, requiere una cohesión internacional para ofrecer una protección digna a unos pueblos indígenas ya de por sí muy vulnerables.

Alex Lucitante y Alexandra Narvarez luchan por la supervivencia y la dignidad de un lugar, los territorios ancestrales de los “A’i Cofán de Sinangoe”, un pueblo indígena que vive en el norte de Ecuador. 

La historia de su lucha comenzó en 2017, cuando la patrulla de protección forestal formada por Alexandre, La Guardia, descubrió una vasta red de actividades ilegales de extracción de oro en las tierras sagradas del pueblo A’i Cofán.

Descubrieron que el Estado ecuatoriano había decidido conceder estas áreas naturales para la construcción de 20 grandes proyectos mineros, con otros 32 a la espera de aprobación antes de poder comenzar su trabajo. 52 proyectos ecocidas en total, que destruyen una de las regiones más densas de la Amazonía en torno al parque nacional Cayambe-Coca, hogar de casi 3.000 especies de plantas, 50 especies de mamíferos, 650 especies de aves y más de 100 reptiles y anfibios.

A principios de 2018, el dúo emprendió acciones legales contra el gobierno ecuatoriano para detener las actividades mineras en el país. En junio de 2018, su caso fue finalmente escuchado y los 52 proyectos se suspendieron por completo. 

Desde entonces, el nacimiento del río Aguarico y 30.000 hectáreas de bosque tropical están protegidos de la minería de oro.

Alex Lucitante y Alexandra Narvarez no son los únicos indígenas del mundo que luchan por proteger sus tierras de las agresiones industriales (minería, agricultura intensiva, deforestación, turismo, proyectos petrolíferos, etc.). 

También hay otros en todo el mundo que luchan por la dignidad de sus pueblos, como los huaorani Nemonte Nenquimo en Ecuador y Alfred Brownell en Liberia y Leydy Pech en México.

Los pueblos indígenas, defensores del medio ambiente

Los pueblos indígenas representan actualmente el 5% de la población mundial, es decir, 476 millones de personas en más de 90 países de todo el mundo. 

En teoría, los pueblos indígenas y las comunidades locales poseen, ocupan o utilizan al menos una cuarta parte de las tierras del mundo en virtud del derecho consuetudinario, un conjunto de costumbres, usos y creencias reconocidos como normas de conducta vinculantes por las poblaciones locales. 

Pero sólo una pequeña proporción de estos territorios son reconocidos por los gobiernos como posesiones indígenas, dejando estas tierras disponibles para la explotación industrial a pesar de que albergan el 80% de la biodiversidad mundial.

Sin embargo, para los pueblos indígenas la naturaleza es un símbolo, mucho más que en las sociedades occidentales. 

Cultivan y comparten lazos y conocimientos ancestrales con la tierra y los recursos naturales que se encuentran aquí y allá en su territorio. Una relación de respeto por el medio ambiente y la Naturaleza que es a la vez política, social, cultural y espiritual.

Los pueblos indígenas siguen manteniendo esta relación con la Naturaleza a pesar de los repetidos asaltos a su cultura y territorios por parte de la sociedad capitalista. 

Luchan porque sus tierras, animales, plantas y medio ambiente están siendo atacados. Pero atacar a la Naturaleza, al medio ambiente, a lo vivo, o como quiera llamársele, es también atacar su patrimonio cultural. Es una amenaza a su propia identidad.

Pioneros de la ecología

La relación que defienden estos pioneros de la ecología, que no disocia ni jerarquiza al Hombre y la Naturaleza, tiene un nombre: es un concepto “ecocéntrico”. El ser humano no domina la Naturaleza, sino que vive en simbiosis con ella. 

El equilibrio de los ecosistemas es, por tanto, una prioridad, ya que garantiza en última instancia el equilibrio de la sociedad.

Como explica la asociación de protección de la naturaleza Notre Affaire à Tous en su libro Les droits de la Nature – Vers un nouveau paradigme de protection du vivant (2022), este principio de ecocentrismo se opone fundamentalmente a la visión occidental dominante de una relación antropocéntrica con la Naturaleza, en la que las necesidades y deseos humanos priman sobre cualquier imperativo ecológico.

Pero la crisis medioambiental está cambiando gradualmente la situación, obligando a los países con un enfoque antropocéntrico a reconsiderar su postura. 

El despliegue del vocabulario y las políticas de “desarrollo sostenible” demuestra una concepción de la Naturaleza más consciente de las cuestiones medioambientales, sin que por ello se dé prioridad a la Naturaleza. 

La Naturaleza no prevalece por completo, sino que se considera conjuntamente con los factores sociales y el desarrollo económico, señala el libro.

A pesar de este ligero cambio de rumbo, esta visión del mundo defendida por las poblaciones indígenas sigue siendo objeto de fuertes ataques por parte de las grandes industrias. 

Es una batalla a la vez simbólica y muy tangible sobre el terreno, especialmente en Sudamérica, donde las tensiones son extremadamente altas en torno a la Amazonia.

En 2020, nada menos que 227 activistas medioambientales fueron asesinados en todo el mundo por su lucha por el reconocimiento de los derechos indígenas y la integridad de sus tierras, según el informe anual de Global Witness, una ONG especializada en la lucha contra el expolio de los recursos naturales. 

¿Para 2021? 200 asesinatos, de los cuales más del 40% fueron de indígenas. En sólo 10 años se han registrado 1.733 asesinatos.

Reconocimiento y derechos para los pueblos indígenas

Con sus tierras expoliadas, su educación forzada, su cultura regularmente atacada, sus vidas aisladas y precarizadas, la victoria del mundo occidental sobre los pueblos indígenas ha dejado un legado que todavía se siente profundamente y es doloroso.

Aún hoy, la comunidad indígena es uno de los miembros más infrarrepresentados de los gobiernos nacionales, por lo que sus necesidades y demandas suelen ser ignoradas por los responsables públicos.

Sin embargo, siguen siendo los garantes de muchos de los territorios del mundo y, a pesar de la determinación de sus oponentes, a pesar de los peligros y a pesar del cambio climático, que los hace aún más vulnerables, están demostrando una resistencia y una determinación extraordinarias para preservar su dignidad y la integridad de sus áreas y territorios, como se señala en el informe 2021 sobre territorios vivos del consorcio denominado Áreas y Territorios Indígenas y de Patrimonio Comunitario.

La protección de los derechos de los pueblos indígenas estuvo en el centro de las negociaciones de la última COP15 sobre diversidad biológica, celebrada en Montreal del 7 al 19 de diciembre de 2022. Pero para la ONG Amnistía Internacional, esta reunión internacional fue “una oportunidad perdida” para proporcionar un apoyo concreto a los pueblos indígenas.

Del 17 al 28 de abril de 2023 se celebró en Nueva York (Estados Unidos) la 32ª sesión del Foro Permanente de las Naciones Unidas para las Cuestiones Indígenas, en la que se debatió la relevancia de los derechos para la protección de los pueblos indígenas, la salud humana y los ecosistemas y la lucha contra el cambio climático. Es el camino. 

Contactenos

Para contactarnos rellena el siguiente formulario

Error: Formulario de contacto no encontrado.