Brasil, Bolivia, Perú y Colombia, en el Top 10 de países con mayor deforestación de bosques tropicales
La deforestación de bosques tropicales no se detiene. De acuerdo con datos publicados recientemente en Global Forest Watch, una plataforma online del World Research Institute, que busca compartir información para proteger los bosques, durante 2022 se perdieron 4,1 millones de hectáreas de bosques tropicales en el mundo. ¿A cuánto equivale eso? ¡A 11 canchas de fútbol por minuto!
Pero lo que es aún más alarmante, es que gran parte de esta deforestación se dio en Sudamérica. Brasil se encuentra cómodamente en el puesto número 1 del ranking, seguido muy de lejos por la República del Congo, del continente africano. Mientras tanto, Bolivia completa el top 3, Perú se ubica quinto y Colombia sexto.
¿Cómo se llegó a estos números? Por políticas como las del ex presidente de ultraderecha de Brasil, Jair Bolsonaro, o de los lobbies del sector agrícola en otros países del continente, que han logrado flexibilizar los controles creados para proteger estos ecosistemas vitales y combatir el cambio climático del planeta.
Brasil, líder en deforestación de bosques tropicales
Los científicos explican que en la atmósfera de los bosques del Amazonas se combina agua reciclada del propio bosque con agua que proviene del océano Atlántico. Esto significa que los bosques tropicales cumplen una misión crucial para enfriar los océanos, y en definitiva, la superficie terrestre.
El 43% de los bosques tropicales desmantelados en el planeta durante 2022 se encuentran en territorio brasileño. ¡1,8 millones de hectáreas arrasadas! La mayor parte de esta devastación ocurrió en la Amazonía, una de las regiones más biodiversas del mundo. Esto no solo puso en riesgo la supervivencia de numerosas plantas y animales que habitan allí, sino también la de las poblaciones indígenas que dependen de estos espacios para su subsistencia.
Durante la presidencia de Bolsonaro, se explotaron a mansalva los recursos naturales de la selva, incluso en lugares donde la ley lo prohíbe, como las reservas indígenas. En sus cuatros años de mandato, la deforestación de la Amazonía brasileña creció casi un 60% con respecto a los cuatro años anteriores.
Como sucede en otros países sudamericanos, la deforestación en Brasil responde a actividades humanas irresponsables, como la minería ilegal, la construcción de carreteras y la búsqueda de nuevas tierras para criar ganado o cultivar cereales como el trigo o la soja. Estas prácticas destruyen los hábitats naturales, provocando la extinción de especies autóctonas y el aumento de la liberación de gases de efecto invernadero.
¿Por qué los bosques tropicales son esenciales para combatir el cambio climático?
Los bosques tropicales regulan la temperatura del planeta. Por este motivo, su preservación cumple un rol vital para combatir el cambio climático. Los bosques tienen la capacidad de absorber y almacenar grandes cantidades de dióxido de carbono, uno de los gases de efecto invernadero que más contribuye al calentamiento global.
De hecho, se calcula que entre los bosques de la Amazonía, el Congo y el sur de Asia se concentra el 68% del dióxido de carbono a nivel mundial. Solo en el Amazonas se concentran entre 150 y 200 billones de toneladas de este gas. Cuando se compara con la emisión producida por la actividad humana mundial, cercana a los 50 billones de toneladas, se toma dimensión de la importancia de estos bosques tropicales para la supervivencia humana.
Pero además, los bosques brasileños albergan una inmensa variedad de especies de flora y fauna. Muchas de ellas aún no han podido ser descubiertas ni estudiadas. Por si esto fuera poco, allí se refugian numerosas comunidades indígenas que han logrado sobrevivir durante siglos en armonía con la naturaleza.
El efecto refrigerante de los bosques tropicales
Además de ser los pulmones del planeta, los bosques tropicales de la Amazonía tienen un rol clave en la regulación de su temperatura. Actúan como refrigerantes, ya que al tratarse de territorios donde llueve mucho y hace mucho calor, se produce un efecto de “transpiración” que contribuye a enfriar el clima global.
Los científicos explican que en la atmósfera de los bosques del Amazonas se combina agua reciclada del propio bosque con agua que proviene del océano Atlántico. Esto significa que los bosques tropicales cumplen una misión crucial para enfriar los océanos, y en definitiva, la superficie terrestre.
¿Cómo detener la deforestación?
Como han manifestado desde hace tiempo ONG como Greenpeace o Saving The Amazon, la deforestación no se detendrá a menos que haya voluntad de los líderes políticos involucrados. Ahora mismo, los especialistas del World Research Institute tienen la esperanza de que el nuevo presidente brasileño, Lula da Silva, cumpla sus promesas de acabar con la deforestación en la selva amazónica hasta el año 2030.
Pero la corrupción y la presión de los grupos de poder para explotar los recursos naturales de Brasil y otros países del continente no se detendrán. Por lo que es necesario que continúen los esfuerzos para implementar políticas que protejan estos valiosos ecosistemas y leyes que castiguen duramente a quienes no las cumplan.
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